Los datos dicen que 1 de cada 5 mujeres tendrá un trastorno mental a lo largo de la gestación o del posparto. ¿Qué es la salud mental perinatal y qué trastornos que se le asocian?
Es la etapa que engloba el embarazo hasta el primer año posparto. Hay un abanico muy amplio de patologías: trastornos depresivos, trastornos de ansiedad, trastornos psicóticos... Pero el que sí que es verdad es que dentro del periodo perinatal hay algunas entidades más específicas como por ejemplo la depresión perinatal. Antes se hablaba mucho de depresión posparto, pero ahora el concepto ha cambiado porque se ha visto que muchas de estas depresiones se inician durante el embarazo. También hay el luto perinatal, que es la pérdida del bebé, un ámbito que últimamente se visualiza mucho más. Así mismo, hay la vivencia traumática del parto y esto tiene complicaciones como por ejemplo depresión o dificultad para vincularse con el bebé.
Finalmente, hay una entidad muy propia y que es de las pocas patologías en psiquiatría que sabemos el factor que la precipita: el parto. Hablo de la psicosis puerperal, una patología muy grave que pasa en una de cada 1.000 mujeres y está asociada en el parto. Son mujeres que pueden no tener ningún tipo de antecedente y en las primeras semanas posparto desarrollan un episodio psicótico con toda la sintomatología delirante, problemas para organizarse, pérdida de control de lo que es real y que no... y la mayoría requieren un ingreso hospitalario.
¿Por qué la depresión posparto es el trastorno más frecuente?
Es de lo que se habla más porque por suerte se ha avanzado mucho en la detección y el diagnóstico. Aun así, estamos lejos de donde tendríamos que estar en el conocimiento y el buen tratamiento de las depresiones posparto. Afecta un 10% de las mujeres y puede tocar a cualquier mujer independientemente de donde viva, su situación económica, la edad, la etnia... Hay varios grados de depresión posparto, desde depresiones leves hasta las más graves que pueden requerir ingreso.
¿Qué se puede hacer para mejorar el diagnóstico?
El 2018 se instauró un programa de criba en los programas de atención a la salud sexual y reproductiva por parte de las comadronas. Pasas un test de cribaje de la depresión adaptado a la mujer y en la etapa perinatal, porque los síntomas no son los mismos que en una depresión en otros periodos y por eso a veces no se diagnostican bien. Se suele preguntar por temas del sueño, por estar más inhibida, cansancio... y esto en una mujer en etapa de embarazo o posparto ya está alterado. En este caso te tienes que fijar más en la ansiedad, el sentimiento de culpa, la falta de ilusión... En cribajes estamos avanzados respecto a otros lugares, pero el seguimiento se termina en la visita de la cuarentena.
¿Y después qué?
La depresión puede aparecer a lo largo de todo un año después del parto y aquí nos queda mucho para hacer. Por ejemplo, trabajar conjuntamente con Pediatría. Porque si una mujer está sana, no va excesivamente al médico y, en cambio, sí que lleva al bebé regularmente al pediatra. Pero pediatría tradicionalmente se fija en el bebé y no en la madre.
Solo 1 de cada 10 mujeres recibirá un tratamiento adecuado por su trastorno. ¿Qué se puede hacer para corregirlo?
Los británicos, que van muy avanzados respecto a nosotros, tienen estudios que indican que el 75% de las madres no son diagnosticadas y de las diagnosticadas, sólo un 10% reciben el tratamiento adecuado. ¿Cuál es el problema? Que a veces a las diagnosticadas se las trata la depresión como en cualquier otra etapa, sin considerar que están embarazadas o acaban de tener un hijo. Se les aplica el mismo tratamiento que a una señora de 60 años, un adolescente o un hombre de 40. Y en este caso hay que buscar qué tratamientos funcionan mejor porque la depresión no sólo las afecta a ellas, sino que tiene un impacto directo en la salud del bebé. Por eso hace falta un tratamiento para los dos: que la madre venga con el bebé para trabajar la relación y hacer una recuperación completa.
Antes has explicado que muchas depresiones posparto empiezan antes del parto.
El 50% de mujeres empiezan a tener síntomas durante el embarazo. Por lo tanto, si lo detectas en este punto, ya puedes empezar a activar una serie de mecanismos de apoyo. Lo que pasa es que todavía está muy extendida la creencia que será una cosa que pasará, que cuando nazca el bebé y le vea la cara, la madre ya será feliz de golpe. El vínculo no es automático y si estás deprimida es más probable que no sea bueno porque las emociones están alteradas y por más que nazca un bebé no hará que la situación cambie de golpe. Al contrario, el que puede hacer es empeorarlo.
No se tiene que confundir la depresión posparto con un estado de tristeza transitoria y cambios de humor que presentan el 70% de las madres los días siguientes al parto. ¿Cómo se puede saber donde es el límite?
Cómo en toda patología mental el límite está en la limitación funcional de la persona. El cambio hormonal en el posparto puede producir alteraciones anímicas y esto no quiere decir que tengas una depresión. Ahora, si estos síntomas se mantienen en el tiempo, no siento vínculo con el bebé, empiezo a no dormir, a tener pensamientos negativos de manera sostenida... y además me está limitando el funcionamiento: no rindo bien al trabajo, no tengo ganas de salir y hacer cosas... Durante un tiempo no se ha dado entidad a la depresión posparto con la idea que era la madre la que no se adaptaba del todo bien en su nuevo rol.
A veces nos encontramos con mujeres que llegan muy tarde a la consulta especializada porque han pedido ayuda, pero se los ha minimizado el que pasaba. Llegan cuando ya hace siete u ocho meses que lo llevan y el que los hace falta es un tratamiento para la depresión. Y cuando mejoran de la depresión, su funcionalidad también mejora. No es que pasen a no tener miedos, dudas o angustias, pasan a tener los que tienen todas las madres en una situación de maternidad.
¿La sociedad entiende los trastornos mentales gestacionales y posparto?
Nuestras pacientes viven un triple estigma: el de la salud mental, el de la salud mental en la mujer y el de la salud mental en una madre. En el primero porque es a nivel de sociedad, el segundo porque como mujeres se espera de ellas que sean buenas cuidadoras y a la vez hay una serie de estigmas sobre las patologías relacionadas solo con la mujer que quedan ocultas, como por ejemplo la endometriosis o la fibromialgia. Y con la salud mental, mucho más. Y encima salud mental en una mujer que es madre. Prevalece mucho la creencia que la maternidad comporta alegría e ilusión y que todo es fácil o poco difícil. Entonces hablar de problemas de salud mental en esta etapa es mucho más difícil porque el juicio siempre es mucho más alto. El tema de la salud mental en este periodo es muy silenciado, pero no podemos hacer como si estas patologías no existieran.
¿Cómo funciona la Unidad de Salud Mental Perinatal?
El programa funciona desde hace 20 años, cuando la Dra. Lluïsa Garcia-Estve inició una consulta externa donde se atendía ambulatoriamente a madres con patologías mentales. El 2018 se creó la unidad con los dos dispositivos: la consulta externa y el hospital de día madre-bebé. En la consulta externa atendemos embarazos y pospartos tanto de mujeres que han debutado en la patología como de mujeres que ya tenías antecedentes previos. También tenemos el programa de luto perinatal para madres que han perdido el bebé y desarrollan algún tipo de patología. En cuanto al hospital de día, desde que lo abrimos hemos atendido a unas 160 madres con su bebé. Está indicado para cualquier madre, desde el momento de parto hasta el primer año posparto, que requiera una intervención algo más intensiva porque tiene un trastorno mental o del vínculo moderado-grave y no tenga bastante con el tratamiento usual de consulta externa.