La curcumina contiene polifenoles, unas moléculas que actúan a escala celular en la inflamación y la oxidación, y reducen los efectos de algunas enfermedades como la artritis, la ansiedad, los niveles elevados de grasa en sangre, o el síndrome metabólico. La inflamación se ha identificado en el desarrollo de otras enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson, la Esclerosis múltiple, la epilepsia, o el cáncer. También tiene efectos positivos en personas sin ninguna enfermedad diagnosticada, como aumento del rendimiento físico, la concentración y la disminución del estrés.
La curcumina es una, de diversas sustancias presentes en la cúrcuma o turmérico, una especie de color amarillo que proviene de una planta con flores de la familia del jengibre y es originaria de Asia y Centroamérica. También se llama azafrán indio o especie dorada, muy utilizada en la India en el curry. Es empleada en Japón en el té, en Tailandia en la cosmética o en China como colorante, y actualmente es ampliamente estudiada en ciencia y medicina por sus efectos beneficiosos.
La curcumina actúa a escala celular en la inflamación, casi como un ibuprofeno natural, y reduce los efectos de la osteoartritis.
La curcumina por sí sola tiene una mala absorción durante la digestión, y un metabolismo y eliminación rápidos, por eso se ha observado que hay algunas sustancias como la piperina que aumentan la biodisponibilidad de esta especie, es decir, ayudan al organismo a absorberla y a que el organismo se beneficie de sus efectos positivos. La piperina es la sustancia que se encuentra en la capa externa del fruto de la pimienta negra, responsable de su sabor picante. La otra forma de tomar curcumina es de manera liposomada, se consume en cápsulas y también favorece la absorción.
Así pues, siempre que se quiera consumir esta sustancia, debe estar en combinación con piperina o bien en cápsulas de curcumina liposomal. Es importante remarcar que estas sustancias son un complemento de una dieta sana y equilibrada, y, por tanto, su consumo debe realizarse dentro de un marco de alimentación saludable como la dieta mediterránea, y en caso de tomar medicación siempre preguntar previamente al médico.
Varios estudios han reportado los efectos positivos de la curcumina en la osteoartritis, una patología asociada a la inflamación, que degrada el cartílago de las articulaciones debido principalmente al envejecimiento o sobrepeso. Esta enfermedad tiene varias opciones terapéuticas, pero generan bastantes efectos secundarios. La evidencia científica ha demostrado que un tratamiento de un gramo diario de curcumina de 8 a 12 semanas reduce los síntomas de la osteoartritis y tiene un efecto similar al ibuprofeno en la reducción de síntomas.
La curcumina mitiga el dolor muscular después del ejercicio físico y mejora la recuperación y rendimiento en personas activas.
La inflamación sistémica se ha asociado a muchas condiciones que afectan a varios sistemas, uno de ellos es el síndrome metabólico (MetS), que incluye resistencia a la insulina, hiperglucemia, hipertensión, colesterol malo (LDL) elevado, niveles altos de triglicéridos, y obesidad, sobre todo visceral. En este caso, la curcumina mejora la sensibilidad a la insulina, reduce la generación de tejido adiposo o grasa y disminuye la presión arterial elevada.
Además, la curcumina mitiga el dolor muscular después del ejercicio físico y mejora la recuperación y rendimiento en personas activas. Dosis relativamente bajas tienen ya efectos positivos en individuos sin enfermedades diagnosticadas. Por otro lado, estudios realizados en adultos sanos de entre 40 y 60 años a los que se les administró una dosis diaria de 80 mg de curcumina, redujeron los niveles de triglicéridos y se registró un decremento de la amilasa salival, una enzima que funciona como biomarcador del estrés. También se observó una disminución en las placas beta amiloides, un marcador de la edad, así como un incremento de enzimas antioxidantes en el plasma sanguíneo.
En personas mayores de sesenta años se demostró que la curcumina mejoraba significativamente el estado de ánimo, atención y resultados en la realización de actividades de memoria en comparación con el placebo, y según un estudio realizado en adultos con obesidad, a los que se les suplementó con curcumina, se observó que este compuesto tenía un potencial efecto contra la ansiedad.
Así pues, no pueden obviarse las ventajas que aporta la curcumina a nuestro organismo. Incluir una pequeña cantidad (media cucharadita de café) diaria con piperina, en platos como ensaladas, zumos, sopas o infusiones, o consumirla en cápsulas de curcumina liposomal puede generar beneficios para el organismo, en personas con alguna enfermedad previa o sin ella.