Problemas con la alimentación
Durante la primera semana de vida, la alimentación es un aspecto clave en el desarrollo del bebé. Si el recién nacido muestra vómitos persistentes tras las tomas, rechaza el pecho o el biberón de forma constante u observamos una succión inadecuada, estos pueden deberse a dificultades en la lactancia o la digestión del recién nacido, por lo que deberían ser evaluados por un profesional.
Alteraciones en el sueño o el estado de ánimo
El comportamiento del bebé durante sus primeros días de vida es un indicador de su bienestar. Un recién nacido que se muestra muy irritable, llora de manera inconsolable o, por el contrario, tiene duerme largos periodos, esta letárgico y no responde a estímulos, podría estar manifestando algún problema. En especial si el bebé tiene dificultades para despertarse para comer, esto puede ser signo de infección o de un desequilibrio que requiera atención médica.
Cambio en la coloración de la piel
Los cambios en la coloración de la piel de un recién nacido pueden ser normales o pueden indicar que algo no va bien.
La ictericia neonatal, caracterizada por una coloración amarillenta en la piel y los ojos, es común en los recién nacidos, el valor augmenta según el tinte ictérico avanza hacia tórax y extremidades, pero si se intensifica o aparece en las primeras 24 horas de vida, podría no ser fisiológico.
Del mismo modo, una piel cianótica (tono azulado) en labios, cara y extremidades pueden indicar problemas de oxigenación o circulación.
Una piel pálida o grisácea, podría ir asociada a una infección o anemia.
En todos los casos se debe acudir a un profesional, que valore al recién nacido.
Fiebre o cambios en la temperatura corporal
El sistema de regulación de temperatura de un recién nacido aún es inmaduro, por lo que los cambios en su temperatura corporal pueden ser signos de alerta. Si el bebé presenta una fiebre superior a 38°C o una temperatura persistente de 37,5°C durante al menos cuatro horas, a pesar de haber tomado medidas como retirarle ropa o colocarle en un ambiente más fresco, es recomendable acudir a urgencias.
Ausencia de deposiciones o micciones
El ritmo de deposiciones y micciones del bebé es un indicador importante de su estado de salud. Si pasan más de cuatro días sin que el bebé haga deposiciones, o ausencia de micciones en un periodo entre 12 y 24 horas, es necesario acudir a urgencias.
La falta de micción puede indicar deshidratación, una ingesta inadecuada o problemas en el sistema urinario, mientras que la ausencia de deposiciones podría estar relacionada con una alteración en el tránsito intestinal.
Estado del cordón umbilical
El cordón umbilical pasa por un proceso natural de secado y caída en los primeros días de vida. Durante este periodo, es importante vigilar su aspecto y detectar cualquier signo de infección. Si la zona periumbilical presenta enrojecimiento, inflamación o supuración maloliente, es recomendable acudir a urgencias, podría tratarse de una infección que requiere tratamiento médico.
Los especialistas recuerdan que, ante cualquier duda, es mejor acudir a urgencias para una evaluación profesional. En los primeros días de vida, una detección temprana de cualquier problema puede marcar la diferencia en la salud del bebé.
El servicio de urgencias pediátricas del Hospital Clínic Barcelona, abierto las 24 horas, está preparado para atender a recién nacidos en sus primeros siete días de vida. Durante esta etapa, es fundamental que los padres estén atentos a ciertos signos que pueden indicar un problema de salud y que requieran una evaluación médica urgente.