La importancia del estudio radica en la evidencia de que los menores que mantienen sobrepeso en la infancia y al inicio de la edad adulta, tienen mayor riesgo de tener diabetes tipo 2. En cambio, los menores que a los siete años presentan sobrepeso, pero que a los 13 consiguen normalizar su peso, tienen un riesgo de desarrollar diabetes similar a aquellos que siempre han tenido un peso normal.
En esta investigación, realizada en Dinamarca en 2018, se analizó la evolución del índice de masa corporal (peso y talla) en niños (a los 7 y a los 13 años) y en adultos jóvenes (de 17 a 26 años). En total se analizaron más de 60.000 varones. El sobrepeso a los siete años era del 5,4%, a los 13 de 5,5% y de los 17 a los 26 del 8,2% del total de participantes.
Otra de las conclusiones del trabajo es que, tal y como se ha demostrado ya en numerosos estudios, existe una relación entre la presencia de sobrepeso y un mayor riesgo de desarrollar DM2, probablemente causado por la inducción de resistencia a la insulina. Esto ocurre tanto en adultos como en niños. Por tanto, desde un punto de vista de salud pública es fundamental evitar la aparición del sobrepeso y la obesidad para reducir el riesgo de aparición de esta enfermedad.
Aún así, hasta ahora hay muy poca información sobre el efecto que la pérdida de peso tiene en los menores que ya habían desarrollado obesidad. En este sentido, el estudio aporta una valiosa información, ya que demuestra que este efecto adverso es reversible. Es decir, el aumento del riesgo de tener DM2 en menores con obesidad es reversible si se consigue que el peso se normalice antes de la pubertad.
Este tipo de investigaciones remarcan la importancia de adoptar una actitud activa, ya en la infancia, para conseguir normalizar el peso en aquellos casos en que exista un exceso. Así como un estilo de vida saludable, con una dieta adecuada durante toda la vida. De esta manera, se contribuye a que, en el futuro, el riesgo de presentar una enfermedad tan compleja como la DM2 sea menor.