La viruela del simio es una enfermedad zoonótica, es decir, un virus que se transmite de los animales a los humanos. Muchas enfermedades infecciosas son zoonosis, por ejemplo, la COVID-19, se cree que también lo es. Este virus tiene presencia principalmente en la selva tropical de África central y occidental donde algunos mamíferos como los primates o algún roedor pueden transmitirla al ser humano, y raramente se exporta a otras regiones. Los factores de riesgo para contagiarse son: haber viajado a zonas como Congo o Nigeria y regresar con una infección, o haber estado en contacto con animales salvajes infectados. En el momento actual, se han detectado casos en personas que no han viajado a África y se están estudiando los posibles factores desencadenantes y las cadenas de transmisión. Hasta ahora los casos que se han registrado afectan mayoritariamente a hombres que tienen sexo con hombres. El ministerio de sanidad y el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) han alertado de varios contagios a España, Portugal, Suecia, Canadá, Estados Unidos y Reino Unido.
La viruela del simio es similar a la viruela, -enfermedad erradicada en 1980, gracias a la vacuna-, pero es clínicamente menos grave, y más frecuente en niños. Los síntomas son fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos y erupción en la piel que evoluciona hacia ampollas claramente visibles. La mayoría de los casos diagnosticados hasta ahora se han concentrado en las zonas rurales de esa región y en algunos países de África, como Nigeria.
Este virus se transmite por contacto de gotas grandes, es decir, por contacto estrecho con lesiones, fluidos corporales, y otros materiales contaminados de animales o personas infectadas. El período de incubación es de 6 a 13 días y los síntomas duran de 2 a 4 semanas. Debuta con fiebre, dolor de cabeza y mialgia, y después se produce la erupción en la piel que se concentra mayoritariamente en la cara y en las extremidades. La erupción evoluciona desde lesiones con una base plana, a lesiones en forma de vesículas llenas de líquido que posteriormente se secan y caen.
La vacuna de la viruela confiere protección también frente a la viruela del simio con una efectividad del 85%. Ahora bien, esta vacuna se dejó de poner una vez erradicada la enfermedad hace 40 años. Por otra parte, en 2019 se aprobó una nueva vacuna de la viruela, de virus vivo modificado, llamada IMVANEX. No está disponible para la población en general, está pensada para ser utilizada en caso de una emergencia y siempre siguiendo las recomendaciones oficiales.
Por ahora los brotes son autolimitados, pero hay que seguir estudiando su origen y acabar de confirmar los casos sospechosos que se vayan detectando. El Departamento de Salud se mantiene alerta para actuar con herramientas de prevención como la vacunación. La prueba más sensible y precisa para la detección del virus de la viruela del mono es la PCR. La prueba de detección de antígenos no aporta resultados que confirmen la presencia del virus y no se recomienda para la detección.
Información documentada por: Dr. Antoni Trilla Consultor Sénior y Dra. Anna Vilella Jefe del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic - Universidad de Barcelona.