Cuando visitamos lugares exóticos y diferentes del que estamos acostumbrados a vivir, nuestro cuerpo puede sufrir cambios que se pueden traducir en varias patologías. La más frecuente es la diarrea del viajero -o diarrea del turista-, que se define como un trastorno del tracto digestivo que acostumbra a ocasionar diarrea y cólicos abdominales. Afecta alrededor del 40% de las personas que viajan a zonas de riesgo, es decir, a zonas donde el agua no está del todo limpia o donde no hay una manipulación segura de los alimentos.
Aunque para la mayoría de los viajeros no acaba resultando un problema grave, un 30% de los casos puede necesitar dos o tres días de reposo y modificar la ruta del viaje como consecuencia. La gravedad de este trastorno sí que aumenta en el caso de los niños, especialmente cuando con menores de tres años.
En la aparición de la diarrea del viajero, influyen varios factores como el lugar de origen y el de destinación. Los viajeros procedentes de países desarrollados tienen más probabilidades de tener diarrea del viajero. Por otro lado, a mayor pobreza del destino, mayor incidencia de diarrea del viajero.
La duración de la estancia también es importante, ya que se observa un mayor riesgo a una mayor duración del viaje. Del mismo modo que el turismo de aventura, que también se asocia a una mayor incidencia en comparación con el turismo de playa. Por último, también algunos grupos de personas tienen más probabilidades de tener diarrea del viajero como: los niños, adultos jóvenes de entre 15 y 30 años, gente mayor, mujeres embarazadas, personas con diabetes, VIH, bajo tratamiento oncológico/corticoides, que tengan enfermedad inflamatoria intestinal i con cirugías gástricas.
Vale más prevenir…
Para evitar la diarrea del viajero, es importante que intentemos no comer alimentos de alto riesgo, que normalmente serán aquellos que no están cocinados como: moluscos, marisco, frutas no lavadas ni peladas, ensaladas, mayonesa y alimentos que la contengan, leche y sus derivados, postres dulces, quesos y embutidos.
Además de evitar este tipo de alimentos, consumir comida bien cocinada, evitar alimentos crudos y pelar la fruta, existen otras medidas eficaces para prevenir la diarrea del viajero. Son las siguientes:
- Tener cuidado de la higiene personal. Lavarse bien las manos antes de comer, lavarse los dientes con agua embotellada y no tragar agua de la ducha.
- Consumir bebidas embotelladas, que se abran delante del consumidor, o potabilizar el agua antes de consumirla.
- No consumir hielo en las bebidas, lácteos artesanales ni zumos de fruta naturales.