En total, los equipos del Clínic realizaron un trasplante hepato-renal, un reno-pancreático, 4 de riñón, 2 de hígado y uno de corazón. También se realizó la extracción de un pulmón de un paciente y el trasplante acabó materializándose en otro punto de la geografía española. Este objetivo se ha logrado gracias al trabajo en equipo de la sección de coordinación de trasplantes, de los servicios de nefrología, urología, cirugía cardiovascular, cardiología, hepatología, anestesia, inmunología y cirugía hepática y biliopancreática. Es importante destacar el papel que ha tenido el equipo de perfusionistas y el equipo de enfermería de todos los servicios implicados y del área quirúrgica. Todos estos trasplantes han requerido la movilización de más de 80 profesionales. Todos los pacientes están en fase de recuperación y evolucionan favorablemente.
Los trasplantes de órganos, en casos seleccionados, son la única alternativa de vida para muchos pacientes que no tienen otras opciones de tratamiento o con enfermedades terminales, ofreciéndoles resultados excelentes en calidad de vida y supervivencia. El punto clave para conseguirlo es la donación, porque sin donantes no puede haber trasplantes. El trasplante consiste en la sustitución de un órgano o tejido deteriorado por otro que funciona correctamente. Es un tratamiento que sirve para mejorar la supervivencia y/o calidad de vida de personas con insuficiencias orgánicas terminales. La donación es un acto altruista por el que una persona, o su familia, manifiesta la voluntad de que, a partir del momento de su muerte, cualquier parte de su cuerpo que sea apta para el trasplante pueda ser utilizada para ayudar a otras personas.