El hígado graso no alcohólico es una enfermedad que se produce por una acumulación de grasa en el hígado. Puede ser debida a que se produce en exceso o a que se disminuye su eliminación. Está asociada a enfermedades metabólicas como la diabetes o la obesidad. Por el momento no se dispone de tratamiento farmacológico específico. No obstante, se ha observado que una pérdida de peso del 5% reduce la grasa del hígado y que una pérdida de más del 10% favorece la reversión de la enfermedad. Por ello, seguir un estilo de vida saludable tal y como explica Marta Cervera, enfermera especializada en enfermedades del hígado, es esencial para tratar esta enfermedad:
1. Eliminar las grasas saturadas y evitar los azúcares simples como la fructosa
Se recomienda seguir una dieta equilibrada, como la mediterránea, y eliminar las grasas saturadas que encontramos en las mantequillas, natas, carnes rojas y embutidos, principalmente. También se recomienda eliminar los azúcares, como el azúcar blanco y el moreno, y los que encontramos en la miel, el chocolate con leche, galletas, etc. “Sobre todo nos interesa eliminar el azúcar de las bebidas azucaradas y los zumos de fruta, ya que tienen un alto contenido en fructosa”, explica Marta Cervera. La fructosa es un azúcar que promueve la producción de grasa en el hígado. “Eliminar las bebidas azucaradas es un objetivo primordial”, añade.