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¿Qué es el Tabaquismo?

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El tabaquismo es una enfermedad crónica y adictiva. Se considera una enfermedad porque afecta a la salud de la persona que fuma. Crónica, porque es de larga evolución y convive con períodos de recaída (aunque eso no significa que no se pueda dejar de fumar). Y adictiva porque para poder abandonar el hábito hay que superar una fuerte barrera, la adicción a la nicotina.

Esta adicción se extiende a cualquier forma de consumir nicotina: cigarrillo manufacturado o de liar, pipa convencional, nuevos dispositivos de vapeo, calentadores del tabaco y cachimba.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como persona fumadora a toda aquella que consume un cigarrillo al día durante el último mes.

Al considerarse una enfermedad es necesaria la ayuda de profesionales sanitarios formados en este tema, así como de tratamiento farmacológico, diseñado de manera específica para dejar de fumar. Un dato relevante al respecto es que en España en el 2020 más de un 40% de personas de 15 y más años habían dejado de fumar según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Cifras sobre el tabaco

Algunos datos sobre el consumo de tabaco son:

¿Qué contiene el humo del tabaco?

El humo del tabaco contiene casi 7.000 sustancias químicas y muchas de ellas causan cáncer. Las principales sustancias que incluye el humo del tabaco son la nicotina (produce adicción), el plomo, el arsénico, el amoníaco, el benceno y el monóxido de carbono, entre otras.

Esta compleja mezcla de productos químicos es capaz de afectar a la salud aún solo fumando un solo cigarrillo, cigarrillo electrónico o calentador de tabaco al día. Además, puede desencadenar, aparte de una enfermedad, una tiple adicción desde el punto de vista psicológico, físico y gestual.

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