Cómo actuar en una situación de Acoso Escolar

• Si te sientes incómodo por lo que te dice o hace otra persona, díselo de forma tranquila y respetuosa.
• Intenta que sus comentarios o comportamientos no te afecten. Es probable que el menor o adolescente que te acosa deje de hacerlo si no recibe tu atención.
• Explícale a un amigo, profesor o a tus padres qué ocurre y cómo te sientes. Si no lo haces, es probable que el problema continúe.
• Si explicar lo que te pasa te resulta difícil, puedes escribir una carta y dársela a alguien que te pueda ayudar.

• Aléjate de los lugares donde suele ocurrir el acoso e intenta estar siempre acompañado. La mayoría de las agresiones suceden cuando no hay adultos cerca.
• Sigue yendo a clase cada día; representa un triunfo sobre los menores o adolescentes que te acosan y para tu futuro profesional.
• Continúa practicando actividades que te hacen sentir bien.
• Si recibes mensajes o llamadas al móvil, cambia la tarjeta SIM.

• Párate antes de decir o hacer algo que pueda hacer daño a otra persona.
• Recuerda que todos somos diferentes. Ni mejor ni peor.
• Si sientes la necesidad de tratar mal a alguien, busca alguna actividad para distraerte.
• Explícale a un adulto cómo te sientes para que pueda ayudarte a encontrar maneras de ser más amable con tus compañeros.
• Si crees que has acosado a alguien, discúlpate.

• Explica lo que ocurre a tus padres, profesor u otro adulto en quien confíes. Puedes apuntar las cosas que has visto u oído para poder darles más detalles de lo que está pasando.
• Dile al menor o adolescente que está siendo acosado que le ayudarás a contar lo que está pasando a sus padres o profesores.
• Integra al menor o adolescente que está siendo acosado; por ejemplo, siéntate con él durante la comida o en el autobús, acércate a él en el patio o invítale a participar en alguna actividad.

Estas son algunas de las medidas que los adultos deben implementar en una situación de acoso:

• Separar a los menores o adolescentes involucrados.
• Asegurarse de que todos estén a salvo y, si es necesario, dar respuesta a cualquier necesidad médica o de salud mental.
• Dar ejemplo y actuar de forma respetuosa al intervenir.

Estos son algunos de los errores comunes que se deben evitar:

• Ignorar la situación.
• Querer averiguar de inmediato lo que ha sucedido.
• Hablar con los menores o adolescentes involucrados a la vez o delante a sus compañeros.
• Pedirles a los menores o adolescentes involucrados que se disculpen o mejoren su relación en pocos días.