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¿Qué es el tumor de la hipófisis?
Un tumor hipofisario es una lesión localizada en la hipófisis. La mayoría de los tumores hipofisarios son adenomas hipofisarios (suponen el 95%) que se originan a partir de las células de la propia hipófisis. Prácticamente, siempre son benignos y de crecimiento lento, solo un pequeño porcentaje se expande hacia estructuras vecinas.
La hipófisis es una glándula del tamaño de un guisante situada en la base del cerebro, justo detrás de la nariz. Se encarga de regular y segregar las principales hormonas del organismo, como las relacionadas con el desarrollo, la sexualidad o el metabolismo. Es la responsable de enfermedades como la acromegalia o gigantismo o la enfermedad de Cushing.
El Tumor de la Hipófisis en primera persona
Los tumores de hipófisis se tienen que operar en aquellas situaciones en que el tumor crece y produce una compresión de los nervios ópticos. El posoperatorio de la cirugía de los tumores de la hipófisis suele ser muy bien tolerado.
Aquel mes y medio lo pasé bastante mal, pero una vez me diagnosticaron el adenoma, me tranquilizaron en el aspecto que me dijeron que “normalmente todos son benignos”, es decir, que no hay cáncer allí dentro.
También son tumores hipofisarios los craneofaringeomas o los meningiomas. Otras lesiones hipofisarias no tumorales son las lesiones vasculares (hemorragias, aneurismas, etc.), inflamatorias (hipofisitis), infecciosas (absceso hipofisario, tuberculosis...) o los quistes. Las metástasis hipofisarias (metástasis en la hipófisis de tumores de otros orígenes) son muy infrecuentes.
La mayoría de los adenomas de hipófisis suelen ser benignos y presentan un bajo grado de crecimiento. Generalmente, los pequeños adenomas se encuentran situados en la silla turca, justo detrás de la nariz, si bien no es infrecuente encontrar estos tumores de pequeño y mediano tamaño infiltrando el seno cavernoso. Por otra parte, existen los adenomas invasivos que tienen un curso más agresivo con una tendencia a crecer rápidamente y a invadir estructuras como las arterias carótidas o los nervios ópticos.
La hipófisis y la producción de hormonas
La hipófisis, también denominada pituitaria, es una glándula situada en la silla turca que está considerada la principal glándula del sistema endocrino. Tiene la función de recoger la información que envía el cerebro y utilizarla para producir aquellas hormonas que estimulan y regulan otras glándulas endocrinas (tiroides, suprarrenales, gónadas –testículos y ovarios-), así como segregar hormonas que actúan directamente en funciones biológicas fundamentales como el crecimiento, el equilibrio del agua corporal o el parto y la lactancia.
Está situada en la base del cráneo, detrás del puente de la nariz, en una depresión ósea que se denomina silla turca. Pesa, aproximadamente, medio gramo y mide unos 10 mm de ancho x 6 mm de eje anteroposterior x 5 mm de altura. A través del tallo de la hipófisis se une con el hipotálamo, que es parte del cerebro. Por encima de la hipófisis pasan los nervios ópticos (implicados en la vista) y se cruzan sus fibras nerviosas (quiasma óptico). En el límite inferior se encuentra el seno esfenoidal, que es la vía de entrada habitual del cirujano en la cirugía hipofisaria. En los laterales se encuentran los senos cavernosos, donde se encuentran estructuras vasculares y nerviosas.
Está formada por dos lóbulos: el lóbulo anterior o adenohipófisis y el lóbulo posterior o neurohipófisis.
- La adenohipófisis produce 6 hormonas:
- Hormona de crecimiento (GH). Actúa sobre todo el organismo y a nivel del hígado induce la síntesis de somatomedina C o IGF-1. Es fundamental para el crecimiento en la infancia y la adolescencia y para mantener la salud, masa muscular y energía en la edad adulta.
- Prolactina. Actúa sobre las glándulas mamarias induciendo a la lactancia. Sus niveles aumentan de manera fisiológica durante el embarazo y la lactancia.
- Tirotropina (TSH). Actúa sobre la glándula tiroides estimulando la síntesis de hormona tiroidea o tiroxina. La hormona tiroidea es fundamental para todas las funciones fisiológicas del organismo.
- Corticotropina (ACTH). Actúa sobre las glándulas suprarrenales estimulando la síntesis de cortisol.
- Gonadotropinas (hormona luteinizante –LH- y hormona foliculoestimulante –FSH-). Actúa sobre los ovarios, en la mujer, estimulando la producción de estrógenos y progesterona e induciendo a la ovulación, y sobre los testículos, estimula la producción de testosterona y de esperma.
- La neurohipófisis segrega 2 hormonas que son producidas en el hipotálamo y que conducidas por el tallo hipofisario se almacenan en la neurohipófisis hasta que son liberadas:
- Oxitocina. Actúa sobre el útero aumentando la fuerza de las contracciones durante la fase final del parto y actúa sobre la glándula mamaria facilitando la lactancia.
- Hormona antidiurética o vasopresina. Actúa sobre el riñón regulando la cantidad de orina que se elimina, favoreciendo la reabsorción de agua.
Cuando las hormonas periféricas se encuentran en una cantidad adecuada, actúan sobre el hipotálamo y la hipófisis para que estas frenen la producción de sus hormonas y, con ello, la cantidad de hormonas periféricas disminuya. Este mecanismo se denomina feedback negativo y permite que la cantidad de hormona circulante sea la adecuada, ni excesiva ni insuficiente.
Tipos de Tumores de la Hipófisis
Se puede clasificar:
- En función del tamaño. Microadenomas (cuando miden hasta 10 mm o menos) o macroadenomas (miden más de 10 mm).
- Según su capacidad para fabricar hormonas. Los adenomas no funcionantes no producen hormonas y, en general, los síntomas vienen derivados del crecimiento del tumor y de la compresión de las estructuras vecinas, o bien de la disminución de la producción normal de las hormonas hipofisarias. Los adenomas funcionantes producen una o varias hormonas hipofisarias, y la sintomatología está relacionada con la hormona producida en exceso, así como también puede haber sintomatología derivada del crecimiento del tumor y la compresión de estructuras vecinas. Los adenomas funcionantes se pueden clasificar según la hormona que producen:
- Prolactinoma. Es el adenoma funcionante más frecuente. Se debe a un aumento de la secreción de prolactina. En las mujeres se manifiesta clínicamente con alteración del ritmo menstrual, galactorrea (secreción láctea por el pezón) y disminución de la libido. En los varones se asocia a la disminución del deseo sexual y disfunción eréctil.
- Somatotropinoma. Se debe a un exceso de producción de hormona de crecimiento y es la causante de la acromegalia cuando aparece en el adulto o del gigantismo cuando aparece en la infancia (los cartílagos de crecimiento están abiertos). Los síntomas pueden ser muy progresivos, por lo que se puede retrasar el diagnóstico; los más característicos son el aumento gradual del tamaño de manos, pies, la mandíbula con la aparición de rasgos toscos (necesidad de cambiar de número de calzado, no caben los anillos ni los sombreros que antes iban bien...), crecimiento de los labios y la nariz, sudoración, mayor sudoración, tendencia a roncar...
- Tirotropinoma. Son adenomas productores de tirotropina (TSH) dando lugar clínicamente a un hipertiroidismo por la producción excesiva de tiroxina. Son muy poco frecuentes.
- Corticotropinoma. También conocido como enfermedad de Cushing, se debe a un exceso de producción de corticotropina (ACTH). Clínicamente, las personas afectadas tienden a ganar peso, con cara redondeada similar a la “luna llena”, aparición de estrías de color rojo vinoso, aparición de hipertensión, diabetes, osteoporosis...
- En función del grado de invasión de estructuras vecinas. En función del grado de infiltración del seno cavernoso se clasifican en cuatro grados de Knosp, siendo el grado 0 aquel en el que no hay invasión del seno cavernoso y el grado 4 aquel en el que el tumor engloba totalmente la carótida.
¿A cuántas personas afecta el Tumor de la Hipófisis?
Causas del Tumor de la Hipófisis
El 95% de los casos son esporádicos y la causa se desconoce. El 5% restante tiene una causa genética y están producidos por síndromes familiares complejos como la neoplasia endocrina múltiple 1 y 4, el complejo de Carney o los adenomas hipofisarios aislados familiares (FIPA).
Información documentada por:
Publicado: 20 de febrero del 2018
Actualizado: 4 de septiembre del 2020
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