Transmisión de la Hepatitis Vírica
Transmisión del virus de la hepatitis A
Se transmite por la vía fecal-oral. Se elimina por las heces en las personas infectadas y se encuentra habitualmente en aguas o alimentos contaminados. Es frecuente en países con malas condiciones higiénicas (sudeste asiático, India, África y zonas de Sudamérica) en las que hay aguas no tratadas y existe riesgo de contagio si se visitan estas zonas sin estar inmunizado (protegido).
En los países de Europa afecta principalmente a niños menores de 5 años, en los que suele ser asintomática. Actualmente, con la mejoría de las condiciones higiénicas y sanitarias, la mayoría de la población adulta no ha estado expuesta a la hepatitis A, por lo que no están inmunizados (protegidos) y están en riesgo de contagiarse. En Cataluña desde 1994 se inició un programa piloto de vacunación a todos los niños en edad escolar a los 12 años y desde 2014 la vacuna de la hepatitis A entra dentro del calendario de vacunas infantil. En el resto de España, sin embargo, la vacunación universal no está implementada.
Actualmente se está produciendo un brote de hepatitis A en Europa asociada a hombres que tienen relaciones sexuales de riesgo con otros hombres, por lo que se recomienda la vacunación en este colectivo ya que se considera un grupo de alto riesgo de infección.
Transmisión del virus de la Hepatitis B
Se transmite por contacto con la sangre y otros líquidos biológicos como la saliva, el semen, las secreciones vaginales y la orina.
Transmisión sexual. Por relaciones sexuales no protegidas. Es la vía de transmisión más frecuente en países desarrollados, siendo mayor el riesgo entre varones homosexuales y entre parejas heterosexuales con conductas de riesgo.
Transmisión percutánea
- Compartir agujas o materiales infectados para inyectarse o inhalar drogas.
- Pinchazos accidentales con agujas (p.ej. personal sanitario).
- Situaciones en las que se reutilicen materiales mal esterilizados como en tratamientos dentales y realización de tatuajes, piercings, perforaciones o micropigmentación.
Transmisión perinatal. La transmisión de una madre a su bebé puede ocurrir en el útero, en el momento del nacimiento o después del nacimiento. La mayoría de las infecciones se producen durante o poco antes del nacimiento. La tasa de infección puede llegar al 90%. Sin embargo, la vacunación inmediatamente tras el parto y el uso de inmunoglobulina anti-hepatitis B son altamente eficaces hasta en un 95% de los casos. Por otro lado, la cesárea parece no ser tan protectora como lo es en otras enfermedades de transmisión vertical como el VIH por lo que no está recomendada de forma específica para prevenir la transmisión.
¿Es posible reducir el riesgo de la transmisión perinatal?
El primer paso es la identificación de las personas en situación de riesgo. La prueba para el diagnóstico de hepatitis B mediante el Antígeno de superficie (HBsAg) se debe realizar a todas las mujeres en la primera visita prenatal y repetirla más tarde durante el embarazo si se considera apropiado. En caso de diagnóstico de Hepatitis B, se deben seguir controles durante el embarazo con el especialista. Únicamente en casos de carga viral elevada puede ser necesario iniciar un tratamiento antiviral durante el tercer trimestre de embarazo.
Transmisión horizontal. La transmisión no sexual ni vertical se produce a partir de objetos en los que el virus puede permanecer estable hasta 7 días. En ese periodo todavía puede causar infección si penetra en el organismo de una persona no protegida por la vacuna, como es el caso del uso compartido de instrumentos y utensilios de higiene personal con una persona portadora del virus B (cepillo de dientes, cuchilla de afeitar, cortaúñas...).
La mejor manera de prevenir la hepatitis B es la vacunación.
Prevención de la transmisión de la Hepatitis B
Existe una vacuna inyectable segura y eficaz que evita la transmisión de la infección por el virus de la hepatitis B. Tiene una eficacia del 95% en lo que respecta a la prevención de esta enfermedad crónica y ofrece protección al menos durante 20 años.
En nuestro país la vacuna de la hepatitis B se incluye en el calendario de vacunación de todos los niños al nacer. Consiste convencionalmente en tres dosis de vacuna (una dosis al nacer, seguida de dos dosis al mes y a los 6 meses). Actualmente no se recomienda la administración de dosis de recuerdo salvo en situaciones especiales (inmunosupresión).
Las parejas sexuales, contactos sexuales de riesgo y los miembros del mismo hogar que viven en contacto estrecho con personas que tengan hepatitis B deben hacerse la prueba de la hepatitis B y también es aconsejable que se vacunen contra la hepatitis B.
Profilaxis posexposición
En caso de exposición al virus de la hepatitis B se recomienda la profilaxis posexposición para todas las personas no vacunadas.
Se recomienda una inmunización pasiva-activa:
- Vacuna. La primera dosis se debe administrar tan pronto como sea posible después de la exposición.
- Una dosis de inmunoglobulina VHB (HBIG) a la vez que la vacuna si se sabe que la fuente es positiva para el HBsAg.
Las otras dos dosis de la vacuna deben ser administradas de acuerdo con las pautas habituales al mes y los 6 meses (total de 3 dosis).
Las personas vacunadas que tienen documentado que respondieron a la vacuna anti-VHB no necesitan profilaxis posterior a la exposición.
Las personas que no han tenido pruebas post-vacunación deben hacerse la prueba de anticuerpos contra la hepatitis B (anti-HBs) tan pronto como sea posible. En algunas situaciones especiales, el anti-HBs es insuficiente (menor que 10 UI / l) y se requiere una dosis de recuerdo de la vacuna.
Transmisión del virus de la Hepatitis C
A través de la sangre (vía parenteral):
- Uso de sangre contaminada a través de transfusiones de sangre o sus derivados o la práctica de procedimientos médico-sanitarios antes de 1992. Actualmente se evalúan todas las donaciones de sangre antes de su uso por lo que el riesgo de transmisión a través de productos sanguíneos es residual.
- Compartir agujas o materiales infectados para inyectarse o inhalar drogas. El consumo de drogas es actualmente el principal medio de contagio en nuestro medio.
- Pinchazos accidentales con agujas (p.ej. personal sanitario).
- Compartir instrumentos y utensilios de higiene personal con una persona portadora del virus de hepatitis C (cepillo de dientes, cuchilla de afeitar, cortaúñas...).
- Situaciones en las que se reutilicen materiales mal esterilizados como en tratamientos dentales y realización de tatuajes, piercings, perforaciones o micropigmentación.
Vía sexual y perinatal (vía no parenteral):
La transmisión sexual del virus de la hepatitis C es poco frecuente, pero posible. Se ha constatado que la transmisión entre parejas heterosexuales estables es muy poco frecuente por lo que no se recomienda ninguna precaución especial. No obstante, la utilización de métodos barrera, como el preservativo, elimina el riesgo de transmisión por vía sexual. El riesgo aumenta por conductas sexuales de riesgo:
- Promiscuidad sexual.
- Sexo anal (fisuras o heridas, lesiones en la mucosa).
- Sexo oral (úlceras bucales o encías sangrantes).
- Durante el periodo menstrual (hay contacto directo con sangre).
- Transmisión vertical perinatal (de madre a hijo). El riesgo de transmisión es bajo, menos de un 5%.
No existe vacuna por tanto la prevención es fundamental.
La Hepatitis C no se transmite por:
La leche materna (vigilar solo en si hay grietas o heridas en el pezón o areola mamaria).
Saliva, sudor o lágrimas. Ni al toser, estornudar o bañarse en piscinas públicas o actividades similares.
Por abrazarse, besarse o darse la mano.
Por compartir utensilios de cocina, comidas o bebidas con una persona infectada.
Ropa manchada de sangre (se puede lavar junto con el resto de ropa de la familia y detergente habitual).
Por la picadura de mosquitos.
Transmisión del virus de la hepatitis E
Se transmite a través de la vía fecal-oral. Es una causa frecuente de brotes epidémicos de hepatitis en países subdesarrollados con malas condiciones higiénicas. Sin embargo, en los países europeos, incluida España, el virus de la hepatitis E se encuentra en animales como el cerdo, el jabalí o los ciervos. Su contagio suele ser con la ingesta de carne cruda o poco cocinada.
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Publicado: 20 de septiembre del 2018
Actualizado: 20 de septiembre del 2018
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