Prevención del Dolor de Espalda

Ejercicio. La práctica regular de actividades aeróbicas de bajo impacto (caminar o nadar) mejora la fuerza, la resistencia y la función de los músculos. Es importante consultar con los profesionales de la salud qué actividades son las recomendadas para cada caso.

Desarrollar la fortaleza y flexibilidad muscular. Los ejercicios para los músculos del abdomen y de la espalda, que fortalecen la zona media del cuerpo, ayudan a desarrollar estos músculos para que funcionen como una faja natural para la espalda. La flexibilidad en las caderas y en la parte superior de las piernas alinea los huesos pélvicos para mejorar la posición de la espalda. Los profesionales de la salud deben indicar cuáles son los ejercicios adecuados de manera personalizada.

Peso saludable. El sobrepeso ejerce presión sobre los músculos de la espalda. Si existe sobrepeso, adelgazar puede prevenir el dolor de espalda.

Dejar de fumar.

Mantener una postura erguida. Es importante no encorvarse y conservar una posición pélvica neutral. Una buena postura puede reducir el estrés en los músculos de la espalda.

Sentarse erguido. El asiento debe tener un buen apoyo para la espalda, apoyabrazos y una base giratoria. Colocar un almohadón o una toalla enrollada en la zona lumbar puede ayudar a conservar su curva normal. Es importante mantener las rodillas y caderas al mismo nivel. Cambiar de posición con frecuencia, como mínimo cada media hora.

Levantarse erguido. Evitar, en la medida de lo posible, levantar cosas pesadas. Buscar a una persona para levantar un objeto pesado o incómodo. Si no hay más remedio, son las piernas las que deben hacer el trabajo. Colocar la espalda recta (sin torsión) y doblar solamente las rodillas. El objeto debe estar cerca del cuerpo.