Vivir con Cáncer de Hígado

Alimentación. Se recomienda una dieta equilibrada baja en sal ya que los pacientes con este tipo de cáncer tienden a retener líquidos en el abdomen. 

Alcohol. Es uno de los tóxicos más dañinos del hígado y su consumo continuado se asocia a una rápida progresión de la enfermedad y a una menor supervivencia. 

Tabaco. Es importante abandonar el consumo de tabaco ya que se asocia a la pérdida de apetito e influye en la capacidad respiratoria. 

Medicación. Dado que la mayoría de los pacientes presentan una enfermedad del hígado asociada, en general está desaconsejado el uso de antiinflamatorios no esteroideos dado el elevado riesgo de insuficiencia renal y desarrollo de retención de líquidos. Asimismo, fármacos con acción hipnótica (pastilla para inducir sueño, antidepresivos, etc.) deben ser utilizados con precaución y siempre con supervisión médica. 

Actividad física. Se recomienda mantener una actividad física moderada y mantener en la medida de lo posible una rutina habitual. 

Manejo de los efectos secundarios del tratamiento sistémico. El tratamiento sistémico (terapias dirigidas) se asocia con frecuencia a efectos secundarios, la mayoría leves, que requieren monitorización por parte del equipo médico. Es fundamental conocer dichos efectos adversos para tratar de prevenirlos o identificarlos de forma precoz para poder iniciar tratamiento de soporte.  

Apoyo emocional. Hay diferentes grupos de apoyo a pacientes y familiares que asesoran y ayudan a personas que han pasado por una situación similar. Se recomienda preguntar por este tipo de entidades en el centro de salud.