El Trasplante renal es el tratamiento de elección para la enfermedad renal terminal, ya que ofrece una mejor calidad de vida y supervivencia que la diálisis.
El trasplante renal es posible gracias al trabajo de un equipo de profesional multidisciplinar, de todos los donantes vivos y de las familias de todos los donantes cadáveres que hacen posible la obtención de órganos para trasplantar.
Antes de trasplantar deberá realizarse un estudio exhaustivo tanto del donante como del receptor y planificar el tratamiento inmunosupresor y la técnica quirúrgica más adecuada en cada caso.
Lo que se pretende con el trasplante renal es restituir todas las funciones que realizan los riñones y por tanto evitar la necesidad de hacer diálisis.
Con esta cirugía se une la vena renal del riñón con la vena ilíaca del paciente y la arteria renal con la arteria, de esta forma los riñón queda vascularizado. Posteriormente se unen la vía urinaria a la vejiga para drenar de forma natural la orina.