Sant Adrià de Besòs, (27 de diciembre de 2021). - “Recuperemos vidas, evitemos la exclusión social” es un proyecto innovador que nace de la colaboración de un hospital público, el Hospital Clínic de Barcelona, con una entidad del tercer sector, la Fundación Formació i Treball bajo el objetivo de poner en valor el papel de las cuidadoras y cuidadores encargadas de atender a domicilio a personas en la fase precoz de un trasplante de médula ósea (TMO). Formació i Treball se encarga de seleccionar a los cuidadores y cuidadoras para su bolsa de trabajo llamada APROP, conformada por personas en situación de riesgo de exclusión social, y al equipo de profesionales de la Unidad de Atención Domiciliaria (UAD) del Servicio de Hematología del Hospital Clínic de formarlos para hacer efectivo su trabajo en el domicilio de los pacientes.
El cuidado en el desarrollo de su actividad con los pacientes queda patente con el hecho de que no se ha producido ningún contagio por SARS-CoV-2 o COVID-19 desde el inicio del proyecto en julio de 2020, a pesar de producirse constantes oleadas y rebrotes del virus en los diferentes municipios. Teniendo en cuenta que un 81% de las cuidadoras viven en pisos compartidos con su familia o con otras personas, pone de manifiesto la responsabilidad y eficiencia de las personas que conforman el servicio.
Daniel forma parte de este grupo de cuidadores en el proyecto del Clínic. Auxiliar de enfermería de profesión, está vinculado a la Fundación Formació i Treball desde hace unos 3 años, donde ha realizado diferentes formaciones y ha recibido orientación laboral para poder incorporarse al mercado laboral ordinario. Valora muy positivamente formar parte de esa bolsa. “Es muy gratificante, te hace sentir súper bien y es enriquecedor ver que puedes ayudar de verdad a gente que pasa por un momento difícil. Cuando acabas tienes una sensación muy buena y te lo agradecen”, destaca Daniel.
Olga llegó hace siete años desde Honduras. Siempre había querido dedicarse al ámbito sanitario y cuando llegó a Barcelona trabajó cuidando a personas mayores en domicilios, centros de día y residencias. Gracias a la Fundación Formació i Treball ha podido obtener el certificado profesional de auxiliar de enfermería y forma parte de la bolsa de cuidadoras del proyecto del Clínic. “Me parece muy buen proyecto. Yo he atendido a cuatro pacientes y es una experiencia muy bonita. Creas un vínculo muy fuerte con ellos, he hecho de cada paciente a un amigo”, explica.
"Recuperemos vidas, evitemos la exclusión social" es un proyecto que va mucho más allá del ámbito sanitario, que nos cuenta historias humanas de personas que forman un vínculo. Daniel destaca la sensación de complicidad que se genera entre cuidador y paciente. “Las primeras horas hay una sensación de desconfianza, pero cuando se conocen todo cambia. Nos esperan y formas parte de ellos”, comenta el cuidador. Por su parte, Olga destaca que los pacientes hablan mucho con ella y que escucharlos y comprenderlos es tan importante como los cuidados diarios que deben realizar. “Haces un vínculo tan grande con ellos que sientes algo en el corazón cuando les dan el alta. Después me han llamado y me han explicado cómo les va”, destaca Olga. Daniel sigue en contacto con un paciente que atendió la pasada primavera: “nos intercambiamos los teléfonos y me llamó hace unas semanas para quedar. Durante el encuentro no paró de darme las gracias.”
Durante el período 2020-21, de las 15 personas participantes en el proyecto, 11 de ellas han conseguido una oportunidad laboral en el sector de los cuidados. Por tanto, su participación ha permitido que el 73% de las cuidadoras y cuidadores, se haya insertado en el mercado laboral tras el paso por este proyecto. Olga destaca la importancia de la vocación en esta profesión, a menudo poco reconocida. Explica que en un futuro le gustaría ser auxiliar de enfermería y trabajar en un hospital: “esta experiencia me va a servir para abrirme más puertas y ampliar campo en mi profesión. Poner que he trabajado con el Hospital Clínic en mi currículum me ayuda y me posiciona mejor”, comenta.
Cuidados de excelencia en tiempo de pandemia
Las personas que reciben un TMO presentan en la fase precoz del proceso un descenso muy marcado y transitorio de su sistema inmunitario, lo que les hace especialmente vulnerables, y más en una situación de pandemia como la actual. Sin embargo, el Hospital Clínic tiene una gran experiencia en el manejo domiciliario de esta etapa del trasplante, ya que desde el año 2000 ha atendido a domicilio a más de 500 pacientes receptores de un TMO con excelentes resultados en términos de salud. Un punto relevante en este contexto es que el TMO domiciliario nos obliga a disponer de cuidadoras y cuidadores, habitualmente familiares, que hagan un “acompañamiento efectivo” del paciente una media de dos semanas consecutivas. Por tanto, hasta la puesta en marcha del proyecto “Recuperamos vidas, evitamos la exclusión social”, los pacientes que no disponían de cuidadores las 24h del día eran ingresados en el hospital por el TMO.
La responsabilidad de los y las cuidadoras ha sido posible en situaciones que a veces no son fáciles y que requieren un alto nivel de atención y alerta en las tareas diarias que se realizan con los pacientes. Daniel y Olga explican que en su casa están muy sensibilizados con las medidas de prevención y que están todos vacunados. Más de un 76% de los cuidadores y cuidadoras que viven en pisos compartidos lo hacen en burbujas de convivencia de 3 a 5 personas. Como rutinas habituales destacan la higiene y cambio de ropa y calzado diario, cambio a menudo de guantes, mascarillas y sábanas tanto en el domicilio del paciente como en el de las cuidadoras. El uso continuo de gel hidroalcohólico y jabón de manos, y mantener las distancias sociales con los familiares para proteger a los pacientes.
Todos podemos ser vulnerables. Con este proyecto, los protagonistas viven una situación de cambio de su vulnerabilidad. Personas en riesgo de exclusión social que atienden a personas que padecen una enfermedad que les hace especialmente vulnerables. Todas podemos vivir situaciones de vulnerabilidad a lo largo de nuestra vida y todas merecemos la misma dignidad sea quien sea nuestra condición social, género, edad, etnia u origen.