El estudio, en el que han participado 32 investigadores de 16 instituciones y 6 países diferentes, lo ha coordinado Iñaki Martín-Subero, investigador ICREA en el IDIBAPS donde dirige el grupo Epigenómica biomédica. También es profesor de la Universitat de Barcelona. El primer firmante del estudio, publicado en la revista Nature Cancer, es Martí Duran-Ferrer, investigador del mismo grupo.
“Conócete a ti mismo”, asi rezaba el aforismo en la entrada del Templo de Apolo en Delfos en la antigua Grecia, al cual los visitantes acudian a consultar el oráculo. Este aforismo invitaba a los visitantes a recapacitar sobre su pasado antes de poder predecir su futuro. Utilizando este mismo principio, los investigadores del IDIBAPS-Hospital Clínic de Barcelona se preguntaron si la historia pasada del crecimiento del tumor podria predecir su crecimiento futuro y, por lo tanto, el comportamiento clínico de los pacientes.
Recientemente, estudios científicos han revelado que la epigenética no solo es la ciencia que estudia los interruptores que activan o silencian los genes sino que tambien tiene una función de memoria celular. Según Martin-Subero, “se podría decir que el genoma, que es la enciclopedia de la vida presente en cada célula, está compuesto por dos tipos de libros, el libro abierto que contiene los genes activos y el libro cerrado que contiene los genes que permanecen silenciados. Hemos observado que los cambios epigenéticos que tienen lugar en el libro cerrado del genoma guardan una memoria oculta del crecimiento celular pasado”.
Los investigadores han estudiado en detalle las alteraciones epigenéticas en más de 2.000 pacientes con diferentes tipos de leucemias y linfomas, y han descubierto que cada vez que las células se reproducen van escribiendo pequeñas marcas en el libro cerrado del genoma. Cuanto más se dividen las células, más marcas se acumulan. Martí Duran-Ferrer comenta que, “dado que los cambios epigenéticos asociados al crecimiento celular son acumulativos, hemos podido desarrollar un reloj epigenético que refleja cuanto se han multiplicado las células en el pasado. Hemos observado que si éste reloj ha avanzado mucho en el pasado tenderá a avanzar también en el futuro y este hecho se asocia directamente con la presencia de determinadas mutaciones genéticas y con la agresividad clínica en los pacientes”, añade Duran-Ferrer.
Hasta la fecha, los cambios epigenéticos en el libro cerrado del genoma se consideraban acompañantes silenciosos del proceso de transformación tumoral, sin ninguna implicación clínica. Según Martín-Subero, “nuestro estudio indica que los cambios epigenéticos acumulados en el libro cerrado del genoma de los tumores son importantes, ya que predicen el comportamiento clínico futuro de los pacientes. Las células de cáncer escriben una gran parte de su historia en este libro cerrado.”
Según los investigadores, todavía queda camino por recorrer para que este reloj epigenético pueda aplicarse directamente en la clínica. Sin embargo, la robustez de los datos sugieren que este reloj molecular podría ayudar a definir estrategias de tratamiento más acordes con el riesgo biológico del tumor. Elías Campo, director del IDIBAPS y de Investigación del Clínic, catedrático de Anatomía Patológica de la UB y coautor del artículo, concluye que, “este estudio presenta una visión novedosa sobre como anticipar el comportamiento clínico de los pacientes con cáncer linfoide y tiene un gran potencial de convertirse en una variable importante para el manejo clínico del cáncer en la era de la medicina personalizada.”
Referencia del estudio:
The proliferative history shapes the DNA methylome of B-cell tumors and predicts clinical outcome.
Duran-Ferrer M, Clot G, Nadeu F, Beekman R, Baumann T, Nordlund J, Marincevic-Zuniga Y, Lönnerholm G, Rivas-Delgado A, Martin S, Ordoñez R, Castellano G, Kulis M, Queirós A, Lee ST, Wiemels J, Royo R, Puiggrós M, Lu Y, Gine E, Beà S, Jares P, Agirre X, Prosper F, López-Otín C, Puente XS, Oakes CC, Zenz T, Delgado J, López-Guillermo A, Campo E, Martin-Subero JI.
Nature Cancer 2020.