El melanoma es una enfermedad muy poco frecuente entre la población infantil y adolescente, con 1,5 casos por cada millón. Esta baja incidencia ha hecho que no existan estudios específicos para esta población y que la gestión de los pacientes pediátricos se realice extrapolando los protocolos establecidos para adultos.
Ahora, el proyecto europeo MELCAYA, liderado por el Clínic-IDIBAPS, ha llevado a cabo el primer estudio centrado en niños y adolescentes, demostrando que la inmunoterapia con anticuerpos contra PD-1, uno de los tratamientos estándar del melanoma en adultos, es efectiva y segura para la población infantil.
El estudio, publicado en la revista European Journal of Cancer, ha seguido la evolución de 99 pacientes pediátricos con melanoma procedentes de 15 centros internacionales (España, Alemania, Francia, Italia, Países Bajos, Suecia, Polonia, Israel, Austria) . En primer lugar, los resultados obtenidos muestran que el tratamiento con anti-PD-1 es tan seguro en niños como en adultos, incluso en menores de 12 años.
Adicionalmente, la investigación demuestra que más del 80% de los niños y adolescentes a quienes se les extirpó el tumor antes de iniciar el tratamiento con anticuerpos anti-PD-1 logran superar la enfermedad, cifras similares a las de la población adulta.
Susana Puig, jefa del Servicio de Dermatología y del grupo Melanoma: imagen, genética e inmunología del IDIBAPS, y coordinadora del proyecto MELCAYA, apunta: “Debido a la falta de información que tenemos sobre el diagnóstico y el pronóstico del melanoma infantil, estos pacientes han sido excluidos de la gran mayoría de los ensayos clínicos. Este es el primer estudio que investiga la actividad, eficacia y seguridad de los anticuerpos anti-PD-1 específicamente en niños y adolescentes”.
Por último, los resultados de esta investigación también muestran que en pacientes con la enfermedad avanzada, es decir, cuando ya hay metástasis en otros órganos, solo el 25% de los pacientes responde al tratamiento. Además, la supervivencia a 3 años es del 34%, resultados muy inferiores a los obtenidos en adultos. “Esto demuestra que existe una necesidad no cubierta de encontrar nuevos tratamientos para niños y adolescentes con melanoma metastásico y que, por tanto, proyectos como MELCAYA son más necesarios que nunca”, concluye Puig.
Las opiniones y puntos de vista expresados sólo comprometen al/los autor/es y no reflejan necesariamente los de la Unión Europea o los de la European Research Executive Agency (REA). Ni la Unión Europea ni la REA pueden ser considerados como responsables