Aproximadamente un 20% de los pacientes infectados por SARS-CoV-2 requieren hospitalización por neumonía. En base a este porcentaje, se realizó un estudio con 215 pacientes desarrollado íntegramente en el Hospital Clínic, liderado por el Dr. Oriol Sibila, jefe del Servicio de Neumología y miembro del grupo de inflamación y reparación en enfermedades respiratorias. En total, 125 pacientes que habían sido hospitalizados por COVID grave entre mayo y noviembre de 2020 presentaban una capacidad pulmonar reducida de difusión del monóxido de carbono (DLCO, por sus siglas en inglés) a los 6 meses después del alta, y niveles elevados de biomarcadores epiteliales y endoteliales pulmonares que sugerían un daño pulmonar prolongado. La DLCO permite evaluar la capacidad de los pulmones para transferir oxígeno a la sangre, y se habla de biomarcadores como moléculas biológicas que se encuentran en la sangre o en otros fluidos o tejidos del cuerpo, indicando la presencia o ausencia de una enfermedad o proceso patológico.
Los pacientes que tenían una DLCO reducida a los 6 meses del alta eran principalmente mayores de 60 años, fumadores y con hipertensión. Estos pacientes presentaban niveles elevados de varios marcadores en la sangre, lo que indicaba que estas personas tenían un daño pulmonar a nivel epitelial (capa externa que recubre las vías respiratorias) y endotelial (capa interna que recubre los vasos sanguíneos). Este daño persistía pasado medio año de alta y tenía una relación directa con los valores de DLCO. Es decir, a menor capacidad para transferir oxígeno a la sangre, mayor cantidad de marcadores de daño pulmonar. Sin embargo, todavía no se sabe si estos daños son reversibles o permanentes. También se observó que los pacientes con COVID moderado podían sufrir secuelas a largo plazo.
Éste es el primer estudio que ha evaluado clínicamente los biomarcadores al menos medio año después de la COVID grave. Algunos de los biomarcadores que se encontraron son tres proteínas: SP-A, SP-D y SLPI, que son principalmente secretadas por las células del epitelio alveolar y liberadas en mayores cantidades en el torrente sanguíneo cuando la barrera alveocapilar se daña. Esta barrera es una estructura delgada que tiene una gran superficie y separa los alvéolos pulmonares y los capilares, y es donde se produce el intercambio de gases (entrada de oxígeno y salida de CO2). Otros biomarcadores como el Angiopoietin-2 y la molécula sICAM-1, mostraban un endotelio pulmonar dañado y también se elevaban en pacientes con DLCO reducida.
Los resultados de este estudio ya han comprobado que la lesión pulmonar inducida por el SARS-CoV-2 puede producir daño pulmonar a largo plazo, y que la reducción de DLCO es frecuente en pacientes con COVID grave, 6 meses después del alta, especialmente en mayores de 60 años que requerían ventilación mecánica durante el ingreso. También se demuestra que marcadores pulmonares epiteliales y endoteliales circulantes aumentan en pacientes con DLCO reducida. En cualquier caso, los estudios que se realicen posteriormente tendrán que orientarse a investigar si este daño es transitorio o permanente.
Artículo de referencia:
Oriol Sibila, Lídia Perea, Núria Albacar, Jorge Moisés, Tamara Cruz, Núria Mendoza, Belen Solarat, Gemma Lledó, Gerard Espinosa, Joan Albert Barberà, Joan Ramon Badia, Alvar Agustí, Jacobo Sellarés, Rosa Faner. Elevated plasma levels of epithelial and endothelial cell markers in COVID-19 survivors with reduced lung difusing capacity six months after hospital discharge. Respiratory Research. 21 Feb 2022.