La Dra. Olga Puig, psicóloga clínica del Servicio de Psiquiatría y Psicología Infantil y coordinadora del programa de prevención y tratamiento de las secuelas psíquicas en mujeres víctimas de agresión sexual del hospital Clínico Barcelona, es una de las autoras de estas guías, junto con la Dra. Montserrat Bravo -psicóloga experta en violencia sexual, machista e infancia/adolescencia en riesgo-, la psicóloga clínica Mireia Forner -de la Unidad de Atención a las Violencias hacia la Infancia y la Adolescencia (Equipo EMMA) del Hospital Universitario Vall de Hebrón-, y Joana Corominas, coordinadora y psicóloga de la UAVDI (Unidad de Atención a Víctimas de Abuso con Discapacidad Intelectual) de Fundación Catalònia.
Las recomendaciones quieren servir como pauta para que las familias y los profesionales sepan qué directrices seguir en el momento de la revelación o del descubrimiento de la violencia sexual que ha vivido la persona afectada. La violencia sexual es una experiencia potencialmente traumática que puede dejar secuelas a corto, mediano y largo plazo en la salud, pero cuando se trata de NNA y personas adultas con discapacidad intelectual, la situación puede ser todavía más compleja. El hecho que estas personas puedan presentar una mayor dependencia otros para llevar a cabo actividades cotidianas aumenta su vulnerabilidad hacia la violencia sexual. Así mismo, las dificultades de comunicación y lenguaje, que a menudo presentan, y las carencias que pueden tener en el ámbito de comprensión social, dificultan su capacidad para detectar y comunicar la situación de violencia sexual que pueden estar viviendo.
Es importante que las personas próximas en el entorno de los NNA y personas adultas con discapacidad intelectual, así como los equipos de profesionales que los acompañen, estén preparados para actuar de manera adecuada cuando se detecta o revelen una situación de violencia sexual. Estas orientaciones están enfocadas básicamente a estos dos colectivos: la familia y personas próximas en el entorno del NNAA con discapacidad intelectual y los equipos de profesionales. A continuación, se detallan algunas de las pautas de actuación que se tienen que seguir:
• Escuchar y creer el menor o adulto con discapacidad intelectual que ha revelado la violencia sexual y asegurarse que estén seguros y protegidos.
• Asegurar la atención médica y psicológica especializada, así como apoyo legal.
• Informar las autoridades competentes y colaborar con ellas en todo momento.
• Mantener la confidencialidad y la privacidad de la NNA o persona adulta con discapacidad intelectual y evitar cualquier tipo de juicio o estigmatización.
• Proporcionar información clara y sencilla sobre la situación, los derechos y las opciones disponibles, tanto a la persona afectada como a sus familiares o cuidadores.
El año 2021 se editaron las primeras guías de esta serie, destinadas, en primer lugar, a familiares y profesionales de niños, niñas y adolescentes que habían sufrido violencia sexual. Este año, se ha querido dar continuidad al proyecto con una versión adaptada también a personas con discapacidad intelectual, sean menores o personas adultas, para recoger las especificidades y adaptaciones necesarias para este colectivo. El objetivo final de las guías es ayudar a minimizar el impacto que esta experiencia traumática puede provocar.
Clínic Barcelona
Clínic Barcelona
Asistencia
28 de marzo del 2023
Nuevas guías para abordar los casos de violencia sexual en discapacitados intelectuales
Recientemente se han publicado unas nuevas guías para abordar los casos de violencia sexual en niñas, niños, adolescentes (NNA) y personas adultas con discapacidad intelectual, elaboradas por la Dirección General de Ejecución Penal en la Comunidad y de Justicia Juvenil y el Centro de Estudios Jurídicos y Formación Especializada (CEJFE) del Departamento de Justicia.
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