Con la llegada del año nuevo la Unidad de Vigilancia Intensiva Respiratoria del hospital Clínic Barcelona ha dado un paso adelante en el proceso de puertas abiertas en la UCI. Se trata de una serie de cambios que se han introducido tanto en el espacio como en la manera de trabajar destinados a hacer de este dispositivo asistencial un lugar más abierto, flexible y amable para los pacientes y sus acompañantes.
Entre estos cambios los acompañantes tienen acceso libre a la UCI las veinticuatro horas del día, cada día de la semana. Esto significa que, si quieren, incluso se pueden quedar a pasar la noche. Además también pueden estar presentes durante el pase de visitas y tener contacto directo con los profesionales que atienen al paciente. Para hacer la estancia más agradable, también se ha montado una sala de descanso antes de entrar en la UVIR con butacas, mesitas, acceso a enchufes para cargar los dispositivos móviles y también se han instalado unas taquillas donde poder dejar las pertenencias antes de acceder a la unidad.
Una nueva forma de trabajar para el personal de la UCI
Pero los cambios no solo han sido físicos y en los horarios, ya que también se ha tenido que cambiar la forma de trabajar del personal. “Internamente, hemos tenido que trabajar mucho la mentalidad del cambio” explica Montse Medina, coordinadora de enfermería de la UVIR. Además, añade que muchos de los profesionales que actualmente trabajan en la UVIR empezaron su trayectoria en medio de la pandemia del Covid 19, donde la normalidad implicaba restricciones de visitas. “Y por este motivo el cambio se presentaba como un reto todavía mayor” añade. En el periodo previo a la implementación también se hicieron encuestas a profesionales y acompañantes para valorar qué implicaría abrir la UCI las 24 horas del día. Está previsto repetir estas encuestas al cabo de seis meses de la implementación para poder contrastar los resultados.
Abrir las UCIS, tendencia de futuro
Esta iniciativa de humanizar la UVIR se inscribe en la tendencia de abrir las unidades de cuidados intensivos para hacerlas más próximas. “Se inspira en el modelo anglosajón y es el futuro hacia donde van la mayoría de unidades de cuidados intensivos modernas” explica el Dr. Joan Ramon Badia, que actualmente es el Director del Instituto Clínico Respiratorio, pero también es uno de los impulsores del proyecto, puesto que durante muchos años trabajó en cuidados intensivos en la UVIR. También añade que en este caso, la UVIR del Clínic es líder, pero el resto de UCIS del hospital también trabajan en esta dirección.
Estos cambios son significativamente importantes porque las unidades de cuidados intensivos a menudo son un lugar hostil, que desgasta tanto a los pacientes y acompañantes como a los profesionales que ahí trabajan. Por un lado los pacientes ingresados están en estado grave, rodeados de mucha tecnología, y las personas que los acompañan pueden vivir situaciones difíciles. Y, por otro lado, los profesionales están sometidos a mucha presión y a un desgaste psicológico importante.
El punto de vista de los pacientes
Al cabo de dos meses de implementación, el resultado es positivo. Así lo ve Sònia Martín, que hace dos semanas que tiene su hijo ingresado: “El acceso libre es bueno tanto por él como por mí: él porque no se siente tan solo y yo porque siento que tengo más acceso a la información médica” Esto, dice, le genera mucha menos angustia y facilita el apoyo emocional, “una parte que a veces se olvida y que es muy importante por los familiares que tienen alguien ingresado”.