En 2017, el sistema de salud público catalán se convirtió en el primero de Europa en incorporar de forma universal a su Programa de Cribado Neonatal la detección del Síndrome de Inmunodeficiencia Combinada Grave (IDCG), conocida popularmente como “ síndrome del niño burbuja”. Desde entonces, esta inclusión ha permitido detectar a seis niños con la patología, y todos han podido recibir un tratamiento curativo. Ahora que se han llegado a los 350.000 bebés cribrados, los datos constatan que la incidencia del síndrome del niño burbuja es de 1 cada 56.000 niños nacidos, dato que coincide con las obtenidas en Estados Unidos, donde se inició el programa año 2008.
La prueba del talón consiste en realizar un pequeño corte al pie del bebé entre las primeras 24 y 72 horas de vida para extraer una muestra de sangre impregnada en papel absorbente. Las muestras de todos los bebés nacidos en Cataluña se analizan en el Hospital Clínic. Actualmente, con estas muestras, se realizan distintas pruebas para detectar 25 patologías potencialmente graves. Entre ellas, se encuentra la inmunodeficiencia combinada grave, la más grave de las inmunodeficiencias primarias, enfermedades genéticas del sistema inmunitario. En el Hospital Universitario Vall d'Hebrón se tratan a todos los niños diagnosticados con IDCG a partir del cribado neonatal y realiza los trasplantes de precursores hematopoyéticos cuando corresponde. “Estos niños no producen linfocitos correctamente, su sistema inmunitario no funciona y no pueden defenderse de las infecciones por virus, bacterias u hongos. Esto se traduce en que un resfriado puede poner en peligro su vida y sin un tratamiento adecuado mueren antes del año de vida”, explica la Dra. Andrea Martín, responsable del programa del cribado neonatal de la IDCG en la Unidad de Patología Infecciosa e Inmunodeficiencias de Pediatría del Hospital Universitari Vall d'Hebron, centro de referencia en Cataluña en el diagnóstico y tratamiento de los niños y niñas con inmunodeficiencias combinadas graves.
El factor tiempo en el diagnóstico es vital y la detección de la IDCG a partir del estudio en la prueba del talón se ha convertido en clave. Sin el cribado neonatal, los casos de niños burbuja se detectan demasiado tarde, entre los tres y seis meses, a menudo cuando el niño ha sufrido una infección y se han visto afectados por órganos vitales o están muy débiles. En estos casos, la probabilidad de supervivencia es del 40-60%. "Pero si detectamos la enfermedad pocas horas después de nacer, cuando los niños todavía no han sufrido ninguna infección, la supervivencia aumenta hasta un 95% con el tratamiento adecuado", señala la Dra. Andrea Martín.
Por su parte, la Dra. Ana Argudo, facultativa de la Sección de Errores Congénitos del Metabolismo-IBC del Servicio de Bioquímica y Genética Molecular (Centro de Diagnóstico Biomédico) del Hospital Clínic, donde se encuentra el Laboratorio de cribado neonatal de Cataluña explica: “En el laboratorio analizamos unas 250 muestras al día de bebés aparentemente sanos que podrían estar afectos, entre otros, de una IDCG. Para la detección precoz de las IDCG, antes de que sufran alguna enfermedad infecciosa, se cuantifica en sangre impregnada en papel un biomarcador de producción linfocitos T: los TREC mediante técnicas de biología molecular. Los bebés afectos de IDCG no tienen ningún TREC o estos están muy disminuidos, y cuando tenemos este resultado nos ponemos en contacto, lo antes posible, con la Unidad de Referencia del Vall d'Hebron para comunicar que existe un caso positivo de IDCG y para que ellos citen a la familia para poder realizar los estudios pertinentes para confirmar o descartar el diagnóstico. La ágil, buena y bidireccional comunicación entre ambos hospitales ha sido clave para el éxito de este programa”.
¿Qué se hace cuando se detecta un caso positivo?
Cuando se detecta un caso positivo, se activa un protocolo de actuación inmediata que implica a todos los equipos involucrados, tanto en el Hospital Clínic como en el Hospital Vall d'Hebron. La Unidad de Patología Infecciosa e Inmunodeficiencias de Pediatría de Vall d'Hebron se encarga de confirmar el diagnóstico. En caso de confirmar el caso positivo, existen dos tratamientos para proporcionar un sistema inmunitario a estos niños: el trasplante de precursores hematopoyéticos (de médula ósea, sangre periférica, cordón umbilical) y, en algunos casos seleccionados, la terapia génica . Aunque si el motivo de la enfermedad es una ausencia de la glándula tímica, también se puede proceder a realizar un trasplante de este órgano, que sólo se realiza en dos centros: el Great Ormond Street Hospital de Londres y la Universidad de Duke de Nueva York.
El primer niño burbuja diagnosticado con la prueba del talón, que ahora tiene cinco años, estuvo ingresado y aislado en la Unidad de Trasplante Pediátrico de Progenitores Hematopoyéticos de Vall d'Hebron durante dos meses para evitar posibles infecciones hasta que recibió un trasplante de sangre de cordón umbilical. En este caso, la sangre de cordón umbilical tiene un elevado número de células madre y es la semilla para desarrollar el sistema inmunitario del niño trasplantado. Hoy, ese niño tiene un sistema inmunitario normal y está curado de la enfermedad. Éste ha sido también el tratamiento de los siguientes 4 casos detectados desde 2017 en Cataluña.
Vall d'Hebron ofrece todos los tratamientos a través de las redes europeas ERN
En el caso del sexto y último niño burbuja diagnosticado gracias al cribado neonatal, se observó la ausencia de timo y fue trasladado a Londres, donde recibió un trasplante de este órgano que ha ido bien. El timo es la glándula que estimula la producción de linfocitos T para hacer frente a las infecciones. El Great Ormond Street de Londres es el único centro en Europa que realiza este trasplante. Consiste en aprovechar el timo que se extrae en niños intervenidos del corazón para trasplantarlo al cuádriceps del receptor para recuperar la función tímica en el paciente.
La pertenencia del Hospital Universitario Vall d'Hebron a las Redes Europeas de Referencia (ERN, por sus siglas en inglés) de enfermedades minoritarias, garantiza poder ofrecer todos los tratamientos a los pacientes, como terapias génicas o trasplante del timo, incluso todos aquellos con enfermedades ultrararas. "Esto nos permite compartir recursos y conocimientos con otros hospitales europeos de primer nivel", apunta la Dra. Andrea Martín.
La incorporación del cribado de las inmunodeficiencias combinadas graves en la prueba de tacón de todos los bebés nacidos en Cataluña es un claro ejemplo de trabajo en equipo entre las asociaciones de pacientes (ACADIP), fundaciones (BCN-PID Foundation), sociedades científicas (Sociedad Catalana de Pediatría y Sociedad Catalana de Inmunología), centros hospitalarios e instituciones.
El Clínic, hospital de referencia en el análisis para detectar niños burbuja
En el Hospital Clínic se encuentra el único laboratorio donde se centraliza el análisis de las muestras del Programa de Cribado Neonatal para la detección de 25 enfermedades en todos los recién nacidos de Cataluña.
El laboratorio es pionero y referente a nivel nacional e internacional por la detección del IDCG. Fue el primero de Europa y la inclusión de esta enfermedad supuso la incorporación de técnicas de biología molecular en el Laboratorio del Programa de Cribado Neonatal. Además, recientemente se valoran otros marcadores por espectrometría de masas en tándem para complementar el cribado de esta enfermedad, lo que hace que se amplíe el espectro de detección de las IDCG. El Hospital Clínic está acreditado por la norma ISO 15189 para todas las enfermedades que se criban. Después de más de 6 años de experiencia y el grado de experiencia, el Hospital Clínic colabora con otros laboratorios de España y Europa por el análisis de muestras de niños con sospecha de IDCG así como por la validación de nuevas metodologías por la detección de esta enfermedad. También ha recibido a profesionales de otros programas de España y Europa para formarse por la inclusión de esta enfermedad en sus programas de cribado neonatal.