En el proyecto, coordinado por la European Foundation for the Study of Chronic Liver Failure (EF Clif), participan el Dr. Pere Ginés, Jefe del Servicio de Hepatología del Clínic y del equipo Mecanismos de enfermedades hepáticas y complicaciones de la cirrosis del IDIBAPS, y el Dr. Joan Clària, jefe del grupo de Inflamación en enfermedad hepática del IDIBAPS y consultor senior del Servicio de Bioquímica y Genética Molecular del Clínic.
Aproximadamente 1,2 millones de personas mueren anualmente en el mundo por cirrosis, cerca de 100.000 en Europa y 5.000 en España1. En los países occidentales las infecciones bacterianas son uno de los factores desencadenantes más frecuentes de la ACLF, síndrome asociado a unas altas tasas de mortalidad. Las importantes diferencias existentes entre los pacientes que desarrollan esta patología requiere de aproximaciones personalizadas en su diagnóstico y tratamiento.
MICRO-PREDICT estudiará el microbioma humano para identificar indicadores y mecanismos asociados con el desarrollo de la descompensación y progresión en ACLF. Para ello, aplicando integración de big data, se analizarán 200.000 datos procedentes de muestras de 10.000 pacientes que han participado en otros proyectos europeos de investigación en cirrosis (estudios PREDICT, GALAXY y LIVERSHOPE).
Este análisis permitirá la identificación de biomarcadores que posibilitarán el desarrollo de innovadoras herramientas diagnósticas basadas en el microbioma, incluyendo pruebas de análisis de diagnóstico inmediato (POC, por sus siglas en inglés) y nanobiosensores. MICROB-PREDICT validará en grandes grupos de pacientes estos biomarcadores, incluyendo uno específico para predecir la respuesta terapéutica a la albúmina humana como tratamiento en una aproximación de medicina personalizada.
Actualmente, menos del 10% de las investigaciones sobre enfermedades hepáticas se centran en ACLF y en cirrosis descompensada, por lo que las opciones de tratamiento para estos pacientes son insuficientes.
Un proyecto multidisciplinar en el que participan 22 organismos, instituciones y empresas de 10 países europeos
El proyecto MICROB-PREDICT está incluido en el programa marco de investigación e innovación de la U.E. Horizon 2020 y cuenta 15 millones de euros de financiación.
Está integrado por expertos procedentes de 22 organismos, instituciones y empresas de 10 países europeos, incluyendo especialistas en microbioma humano, investigadores clínicos, expertos en tecnología y representantes de asociaciones de pacientes como la European Liver Patients’ Organisation (ELPA).
Este equipo multidisciplinar está liderado y coordinado desde Barcelona por el profesor Jonel Trebicka, investigador principal que forma parte de la European Foundation for the Study of Chronic Liver Failure (EF Clif), presidida por el profesor Vicente Arroyo.
En él participan 4 centros españoles: la EF Clif, la Universitat de Barcelona, la Fundació Institut Català de Nanociència i Nanotecnologia y la Fundació Clinic per a la Recerca Biomèdica.
Sobre la cirrosis descompensada y el síndrome ACLF
La insuficiencia hepática crónica representa la fase más avanzada de la cirrosis, cuando los pacientes desarrollan complicaciones relacionadas con el fracaso funcional del hígado. Es la principal causa de morbilidad y mortalidad y tiene un gran impacto socioeconómico debido al elevado volumen de recursos del sistema sanitario que requieren los pacientes y su incapacidad para poder participar en procesos de selección de trabajo.
Actualmente se entiende que la mortalidad se debe a la cirrosis descompensada, caracterizada por la aparición de complicaciones tales como ascitis, hemorragia digestiva y trastornos del funcionamiento cerebral que pueden llegar al coma hepático y que suele progresar a ACLF.
Investigaciones recientes lideradas por el Consorcio Europeo para el Estudio de la Insuficiencia Hepática Crónica han demostrado que la ACLF es un trastorno sumamente complejo, que aparece en pacientes con insuficiencia hepática crónica en los que, además del hígado, fallan la función cardiovascular, renal, intestinal, suprarrenal y los mecanismos de defensa antibacteriana. Se trata por tanto de una forma especial de fracaso multi-orgánico.
La probabilidad de supervivencia tras la aparición del síndrome es corta y su único tratamiento es el trasplante de hígado.