La fibrilación auricular continúa siendo hoy en día una causa significativa de ictus y embolias en la población. Los pacientes, una vez diagnosticados de fibrilación auricular mediante un electrocardiograma, comienzan a recibir un tratamiento de anticoagulación oral para la prevención del ictus. Sin embargo, un gran número de episodios de fibrilación auricular quedan sin diagnosticar y, en muchos casos y como consecuencia directa de la falta de diagnóstico, esta arritmia solo se hace visible después de un accidente vascular cerebral.
Ahora, un estudio internacional, que cuenta con la participación del Dr. Lluis Mont y el hospital Clínic Barcelona-IDIBAPS, y publicado en la revista médica New England Journal of Medicine, ha valorado si un inicio precoz del tratamiento anticoagulante en pacientes portadores de marcapasos y DAIS con episodios de alta frecuencia auricular podría ayudar a prevenir accidentes vasculares cerebrales y embolias.
Los marcapasos y desfibriladores modernos proporcionan algoritmos automatizados que pueden alertar sobre la aparición de episodios de alta frecuencia auricular y obtener un registro del episodio y la duración. Por otro lado, sabemos que el riesgo de ictus aumenta en pacientes con episodios de alta frecuencia auricular, y que una proporción considerable de estos acaban desarrollando fibrilación auricular con el tiempo. En estos pacientes, los episodios de alta frecuencia auricular pueden considerarse una manifestación precoz de la fibrilación auricular.
El ensayo prospectivo, llamado NOAH-AFNET 6, ha valorado si l’anticoagulación oral con edoxabán resulta superior en la prevención de accidentes vasculares cerebrales, embolias sistémicas o muertes de origen cardiovascular en estos pacientes, en comparación con el grupo placebo.
Falta de eficacia
NOAH-AFNET 6 es un estudio aleatorizado de 2.536 pacientes portadores de marcapasos o desfibriladores, con episodios de alta frecuencia auricular, pero sin fibrilación auricular diagnosticada mediante un electrocardiograma. Los pacientes tenían que ser mayores de 65 años y tener como mínimo otro factor de riesgo de accidente vascular cerebral. Un total de 1.270 pacientes recibieron el anticoagulante oral edoxabán.
Los resultados han puesto de manifiesto la falta de eficacia de la anticoagulación oral y el aumento de la tasa de hemorragias en los pacientes tratados. Así, esto ensayo sugiere que este tipo de tratamiento en pacientes con episodios de alta frecuencia auricular aumenta el sangrado sin reducir los accidentes vasculares cerebrales, las embolias sistémicas y las muertes vasculares cerebrales a medio plazo
El estudio muestra una baja tasa de accidentes vasculares cerebrales en pacientes con episodios de alta frecuencia auricular y sin fibrilación auricular. La anticoagulación oral no reduce la baja tasa de accidentes, cosa que contrasta con los efectos beneficiosos que tiene en pacientes con fibrilación auricular. “Estos hallazgos son muy significativos, ya que hasta un 30% de los pacientes que llevan aparatos implantados tienen episodios de alta frecuencia detectados. Por tanto, muchos pacientes que hasta ahora estaban anticoagulados, no lo estarán”, comenta el Dr. Lluis Mont.
El estudio ha servido para corroborar las recomendaciones clínicas actuales de iniciar la anticoagulación oral en pacientes con episodios de alta frecuencia auricular solo cuando se les diagnostique también fibrilación auricular mediante electrocardiograma. “En resumen, este estudio contesta una pregunta concreta, pero abre muchas otras preguntas que quedarán sin contestar hasta que aparezcan nuevos estudios que permitan decidir mejor qué pacientes con arritmias auriculares necesitan realmente anticoagulación y qué pacientes no la necesitan”, concluye el Dr. Mont.