En el estudio liderado por el grupo del Dr. Eduard Vieta, Jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínic y del equipo de Investigación en Trastorno Bipolar del IDIBAPS, y Director Científico del CIBERSAM, también han participado los grupos de CIBERSAM de la Universidad de Alcalá y de la Universidad de Oviedo.
La cognición social hace referencia a los procesos necesarios para entender los pensamientos, intenciones y emociones tanto de uno mismo como de los demás, así como responder ante ellos de una manera adaptativa. El estudio de estos procesos y en concreto el de aquellos referidos al componente emocional en pacientes con trastorno bipolar es importante ya que la alteración de la regulación del estado de ánimo, una de las características del trastorno, podría estar relacionada con déficits en inteligencia emocional.
Para el estudio publicado en Acta Psychiatrica Scandinavica los investigadores han evaluado la contribución de determinados factores a la inteligencia emocional de pacientes con trastorno bipolar. El estudio examinó el rendimiento en uno de los dominios de la cognición social, la inteligencia emocional, de 202 pacientes eutímicos con trastorno bipolar y de 50 personas sanas, así como las variables sociodemográficas, clínicas y neurocognitivas asociadas a tal rendimiento.
Los resultados derivados de este estudio mostraron que los pacientes muestran déficits en la inteligencia emocional y en especial en aquellas tareas que implican la capacidad de comprender emociones más complejas, de cómo evoluciona una emoción en otra así como la capacidad de reconocer las causas de las emociones. Sin embargo, estos déficits parecen no estar directamente relacionados con las variables clínicas.
Por otro lado, un coeficiente intelectual bajo, el sexo masculino, junto con un historial familiar de trastornos afectivos y el deterioro de las funciones ejecutivas son factores que contribuyeron al bajo rendimiento en la prueba utilizada para evaluar inteligencia emocional.
Los investigadores señalan que estos hallazgos pueden ayudar a identificar nuevos objetivos para mejorar la inteligencia emocional en los pacientes con trastorno bipolar. Dado el importante papel que tienen estas habilidades socioemocionales en las interacciones sociales y en el bienestar psicosocial, la mejoría de la inteligencia emocional podría comportar una mejora del pronóstico funcional y clínico y la calidad de vida de estos pacientes.
En el estudio han participado Cristina Varo, Esther Jiménez, Brisa Solé, Caterina de Mar Bonnin, Carla Torrent, Antonio Benabarre, Anabel Martínez-Arán, Eduard Vieta y María Reinares, investigadores del Hospital Clínic-IDIBAPS; Guillermo Lahera de la Universidad de Alcalá, y Lorena de la Fuente-Tomás y Pilar Sáiz de la Universidad de Oviedo y el Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA).
Referencia del estudio:
Varo C, Jiménez E, Solé B, Bonnín CM, Torrent C, Lahera G, Benabarre A, Saiz PA, de la Fuente L, Martínez-Arán A, Vieta E, Reinares M.
Acta Psychiatr Scand. 2019 Feb 20. doi: 10.1111/acps.13014.