La Asociación Catalana de Entidades de Investigación (ACER) impulsa un programa para que estudiantes que han recibido el premio Extraordinario de Bachillerato puedan hacer una estancia en un centro de investigación.
El IDIBAPS se ha sumado y ha recibido dos estudiantes, Arnau Guerrero, que actualmente cursa primero de Bioquímica, y Meritxell Solana, que estudia primero de Ciencias Biomédicas, los cuales hicieron una estancia a la institución del 3 al 7 de julio.
Michela Bertero, directora de Estrategia, les dio la bienvenida y les explicó a grandes rasgos como funciona y como está organizada la institución. A continuación, Aina Rodríguez, responsable de Plataformas y del biobanco, les hizo la visita de las plataformas. «Quedamos sorprendidos de la gran cantidad de muestras que guardan en el biobanco y el nivel de orden y gestión que hay», explican los estudiantes, que también visitaron dos plataformas más, la de Genómica y la de Citometría de flujo, en las cuales se les explicó el funcionamiento de las máquinas y técnicas que llevan a cabo. “Estando aquí, he podido entender mucho mejor el funcionamiento de la secuenciación de DNA y los microarrays. Poder hacer cualquier pregunta y ver toda la maquinaria necesaria es todo un privilegio”, comenta Arnau Guerrero.
Los visitantes descubrieron la tarea de tres grupos de investigación. Primero, el grupo Enfermedad inlamatoria intestinal liderado por Azucena Salas. Victoria Gudiño y Elisa Melón, miembros del grupo, les explicaron sus proyectos y en que consisten la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Con ellas realizaron un conjunto de prácticas que consistían en el procesado y tinción de muestras histológicas y la posterior observación con el microscopio. También pudieron profundizar en la histología del intestino para discernir entre muestras sanas y afectadas. “Ahora veo todo el trabajo que hay antes de poder observar una muestra”, señala Meritxell Solana.
Los estudiantes también estuvieron con el grupo Microambiente en la patogénesis y la terapia del linfoma, que dirige Patricia Pérez-Galán. Les acompañaron dos investigadores del grupo, Juan García y Heribert Playà. Con este se centraron en la leucemia, concretamente estudiaron los linfocitos B tumorales e hicieron un análisis para diferenciarlos de los sanos. “Viendo el funcionamiento del citómetro y la interpretación de los gráficos que te proporciona en directo, es mucho más fácil entender como funciona”, remarca Meritxell Solana.
Con Juan García tuvieron la oportunidad de entender como se diferencian los monocitos a macrófagos y todo lo que interviene en el proceso. El experimento propuesto consistía en el aislamiento y cultivo de monocitos para un posterior tratamiento por su diferenciación a macrófagos M1 y M2. “Los macrófagos son cómo el yin y el yang, bajo ciertas condiciones pueden ser muy buenos para combatir el cáncer pero también pueden suponer un grave problema”, les explica Juan García.
Finalmente, estuvieron con el grupo Genética molecular de linfomas pediátricos, que encabeza Itziar Salaverria. Salaverria les enseñó en que consistía su investigación, las complicaciones que se encuentra y todas las funciones del investigador principal. Con Sara Mato y Noelia Garcia, miembros del grupo, analizaron los métodos de cuantificación de ADN. También aprendieron qué es la hibridación fluorescente in situ (FISH), que permite marcar partes específicas de los cromosomas para observar posibles anomalías. Así mismo, pudieron observar varias muestras con el microscopio de fluorescencia. Más tarde, Ariadna Colmenero y Júlia Salmeron les enseñaron toda la parte bioinformática y de análisis de datos. De este modo pudieron ver como después de la secuenciación de ADN se pueden identificar las mutaciones.
Aparte de conocer de primera mano algunos ejemplos de la investigación que se hace, los visitantes también descubrieron parte del trabajo de apoyo a la investigación. Así, visitaron el Departamento de Recursos Humanos, con su responsable, Marta Fernández, y la Oficina Jurídica, también con el responsable, Guillem Masdeu. «Hemos quedado sorprendidos con toda la burocracia implicada en el mundo de la investigación», afirman.
Dos investigadores predoctorales, Marta Perea y David Sanfeliu, les explicaron su trayectoria, les aconsejaron y resolvieron sus dudas. “No se nos suele explicar mucho qué hay más allá de la universidad y todo el abanico de posibilidades detrás de esta. Poder hablar con gente que ya lo ha vivido nos ayuda mucho de cara a decidir qué queremos hacer una vez acabamos”, añade Arnau Guerrero.
Cambiando de dinámica, los dos estudiantes asistieron al taller Innova y vencerás de la Clinic Barcelona Summer School. Este taller interactivo les permitió participar en una dinámica de grupo donde vieron los pasos a seguir en la hora de poner una idea a la práctica.
Para acabar, el equipo de comunicación compuesto por la Marta Pulido, la Carlota Vallès y encabezado por Daniel Arbós, les explicó el trabajo que hacen preparando los videos y noticias para poder hacer difusión de todo el que pasa en IDIBAPS, desde las investigaciones que se está realizando hasta los premios que se ganan.
Esta estancia ha permitido a los dos estudiantes no solo ver la parte más práctica de una investigación, si no también la red de personas que ayudan a que sea posible. “Gracias a esta estancia hemos podido hacernos una imagen mucho más real de lo que es ser un investigador y trabajar en un laboratorio. Estamos muy agradecidos por el buen trato que hemos recibido y recomendamos mucho la experiencia” concluyen Arnau Guerrero y Meritxell Solana.
(Esta noticia la han elaborado Meritxell Solana y Arnau Guerrero, como parte práctica de su estancia en IDIBAPS)