El trabajo concluye que el confinamiento sirvió para reducir drásticamente la transmisión de estas variantes, incluso de las más contagiosas, que fueron sustituidas por otras a partir del verano de 2020 cuando se relajaron las medidas de control. El estudio utilizó 2.500 muestras de pacientes diagnosticados en el estado español durante la primera oleada de la pandemia. Han participado en el estudio más de 50 instituciones de investigación y sanitarias del país, entre ellas el Hospital Clínic de Barcelona. Por parte del Clínic – IDIBAPS, han liderado el proyecto los doctores Àlex Soriano, jefe de servicio de Enfermedades Infecciosas y jefe del grupo de investigación del IDIBAPS Infección nosocomial y Jordi Vila, jefe de servicio de Microbiología.
En total, el equipo de investigación identificó 9 variantes del virus, que fueron las que dominaron esta primera ola en el Estado español. No hubo una única introducción del virus sino múltiplos entradas independientes (al menos 500), desde diferentes orígenes internacionales. Estas se dieron principalmente durante febrero y marzo de 2020, antes de la implementación de las medidas de control.
El trabajo también cuantifica la efectividad de las medidas implementadas para el control del virus durante la primera oleada. Todas las variantes identificadas redujeron su prevalencia y transmisión significativamente a partir del estado de alarma. Prácticamente desaparecieron al final de la primera oleada, y fueron reemplazadas por nuevas variantes que surgieron en verano, cuando se relajaron las medidas de confinamiento.