En el acto participaron el director general del Hospital Clínic de Barcelona, Josep Maria Campistol; el director gerente del Hospital Sant Joan de Déu, Manel del Castillo; el director de BCNatal y líder del proyecto, Eduard Gratacós; el director general de la Fundación "la Caixa", Antonio Vila, y el director corporativo de Investigación y Salud de la Fundación "la Caixa", Àngel Font.
En Europa se producen cada año 25.000 nacimientos de recién nacidos prematuros extremos que son aquellos que han nacido antes de la 28ª semana de gestación. Según datos publicados en la revista JAMA de 2015, la supervivencia entre los recién nacidos a los seis meses o menos de gestación es del 25% -75%. De los recién nacidos que sobreviven, entre el 75% -95% presentan secuelas relacionadas con el desarrollo cerebral, cardiovascular y respiratorio, entre otras, en la edad infantil y adulta.
La placenta artificial mantendrá al recién nacido en un entorno similar al útero materno que estará conectado a un cordón umbilical artificial, lo que permitirá disminuir estas secuelas y los costes.
Según declaraciones del doctor Eduard Gratacós, director BCNatal (Hospital Clínic y Hospital San Juan de Dios) centro de referencia en medicina fetal donde se llevará a cabo esta iniciativa, "este es uno de los proyectos de investigación más disruptivos y singulares que se pueden realizar hoy en medicina fetal. Sólo disponer de una plataforma experimental como la que se construirá ya permitirá investigaciones paralelas de gran importancia para entender el desarrollo fetal normal y anormal. Esto ampliará la capacidad de atraer inversión para I + D + I en Barcelona, Cataluña y España, y una nueva generación de técnicas y procedimientos que revolucionarán la medicina fetal actual".
Proyecto que se desarrollará en dos fases
La Fundación "la Caixa" destinará cerca de 7 millones de euros a este proyecto pionero, que se desarrollará en dos fases a lo largo de cinco años. La primera fase, en la que se invertirán 3,35 millones de euros, se centra en el desarrollo y la validación experimental, mediante el uso de un modelo animal ovino, para más adelante trasladarlo a la práctica clínica si se cumplen los indicadores de éxito. Al final de la primera fase, un panel de expertos valorará los avances alcanzados, y se decidirá si se inicia la fase preparatoria para la aplicación clínica.
En una segunda fase, se evaluarán los efectos ya a largo plazo en el desarrollo cerebral, cardíaco, pulmonar y metabólico, y se introducirán mejoras principalmente en el ambiente y la nutrición para conseguir el mejor sistema. Una vez realizadas estas evaluaciones, se iniciarán los pasos para transferir el sistema a una aplicación clínica, incluyendo la valoración de todos los aspectos éticos e incorporando la opinión y la experiencia de familias que han tenido un bebé prematuro.
Funcionamiento de la placenta artificial
El proyecto de placenta artificial representa un gran reto médico y tecnológico, y precisa de muchas áreas de investigación puntera para su realización, ya que hay que transportar con éxito un feto de entre 500 y 1.000 gramos desde el útero materno hasta una bolsa artificial donde, rodeado de líquido, su cordón debe seguir recibiendo oxígeno y alimentos.
En la placenta artificial el recién nacido estará situado en un entorno físico líquido, lo más parecido al útero materno, dentro de un recipiente blando realizado con materiales biocompatibles, y protegido de sonidos y luces, aunque se reproducirán sonidos similares a los del útero materno. Estará conectado, a través de su cordón umbilical, a un oxigenador desarrollado y adaptado especialmente para el feto, que le aportará la cantidad necesaria de oxígeno. A través de este cordón, recibirá también nutrientes, hormonas y otras sustancias que el feto recibe de la madre o que produce directamente la placenta, y que son esenciales para su correcto desarrollo.
El recién nacido estará monitorizado continuamente, siempre de forma no invasiva, mediante ecografía del flujo sanguíneo, la presión arterial y la frecuencia cardíaca, pero también se utilizarán microsensores en el líquido amniótico o el cordón umbilical. Los resultados obtenidos en los experimentos serán integrados y evaluados mediante inteligencia artificial para poder realizar mejoras en el sistema.
Los primeros pasos
El grupo de investigación interdisciplinario de BCNatal ya hace dos años que trabaja en este proyecto, en el que ya han desarrollado los componentes principales de la placenta. Para llevar a cabo la iniciativa, se contará con la colaboración de decenas de profesionales de los hospitales Sant Joan de Déu y Hospital Clínic de Barcelona, y con la participación imprescindible de varios centros tecnológicos de Barcelona, incluidos, entre los más relevantes, el Instituto Químico de Sarriá (biomateriales), la Universidad Politécnica de Catalunya (robótica e inteligencia artificial) y el Instituto de Bioingeniería de Catalunya (microsensores). Además, el proyecto contará con varios comités supervisores que integran a expertos no médicos (en derechos reproductivos y bioética, entre otros), y madres y padres de niños prematuros.