La eclosión de la COVID-19 ha hecho que el foco se centre aún más en la prevención de infecciones y un problema frecuente en los hospitales son las infecciones intrahospitalarias por gérmenes multirresistentes. A veces se pueden propagar a través de los duodenoscopios convencionales que se emplean en las colangiografía endoscópicas retrógradas para valorar el conducto biliar y pancreático. Con el objetivo de reducir el riesgo de estas infecciones, desde el Hospital Clínic se utiliza el duodenoscopio desechables. Es una herramienta mucho más segura que se tira una vez se ha terminado la prueba y, como no es reprocesada, no tiene que pasar por el proceso de limpieza y esterilización.
El duodenoscopio desechable se utiliza principalmente en dos tipos de pacientes: los que tienen un riesgo elevado de transmitir infecciones intrahospitalarias porque tienen gérmenes multirresistentes y los inmunosuprimidos, que están en riesgo de contraer infecciones que se pueden transmitir a través de los endoscopios convencionales.
Aunque los duodenoscopios convencionales son una herramienta segura, la limpieza a la esterilización no es un proceso fácil ni eficaz al 100% y siempre hay un riesgo leve de contaminación. Por ello tanto en Estados Unidos como en Europa cada vez se utilizan más los duodenoscopio desechables. Los que se usan en el Hospital Clínic son el modelo Exalt, fabricado por Boston Scientific, que incluyen un procesador de imagen que se integra en la sala de la endoscopia.