Las claves para la disminución de noches hospitalizadas para los pacientes operados de prótesis de cadera pasan por:
• Educación de los pacientes. El paciente participa en un taller de forma previa a la operación, para conocer el entorno, su enfermedad, visualizar el proceso de ingreso, la cirugía, la recuperación funcional (como caminar con muletas o subir y bajar escaleras) y aprender como puede contribuir a que su recuperación sea mejor.
• Evitar transfusiones de sangre. Se estudia el paciente para detectar y tratar posibles anemias, que aumentarían el riesgo de transfusión. También durante la cirugía se administra ácido tranexámico. En 2013 un 30% de los pacientes se transfunde después de implantar una prótesis de cadera; actualmente un 2%.
• Cirugía menos invasiva. El Hospital Clínic tiene un equipo de profesionales dedicados preferentemente a las prótesis de cadera, con alta especialización en planificación y ejecución quirúrgica, utilizando métodos de cirugía cada vez menos invasivos. Desde 2016 se trabaja en una técnica que permite implantar la prótesis sin cortar músculos o tendones (acceso directo anterior). Es una técnica clave que permite una recuperación rápida y, si se puede, sin necesidad de ingreso.
• Mejora del dolor postoperatorio, minimizando el uso de derivados de la morfina. Entre otras medidas, la administración de una única dosis de corticoides al inicio de la operación disminuye el dolor, náuseas o vómitos y mareo al ponerse de pie.
• Movilización precoz. Es muy importante que horas después de la intervención el paciente empiece a levantarse, moverse y caminar. Es clave también para mejorar el control del dolor, trabajar la musculatura y el retorno venoso y disminuir de forma significativa el riesgo de trombosis venosa.
- No sonda, ni drenajes. No aportan ventajas en la mayoría de pacientes y dificultan la recuperación.
- Criterio de alta funcional. Es el estado del paciente lo que determina cuando puede ir a casa y no el hecho de cumplir un determinado tiempo de observación.
La cirugía sin ingreso de prótesis de cadera ya es una realidad en otros países de Europa, y múltiples estudios científicos avalan su eficacia y seguridad para el paciente. Es importante una adecuada selección de los candidatos, siendo el perfil ideal un paciente joven sin enfermedades graves.
Todos los pacientes operados de prótesis de cadera son dados de alta mediante unos criterios de alta funcional para poder irse a casa como pueden ser (dolor controlado, dolor leve al caminar, poder caminar 50 metros, subir y bajar escaleras ...) . En el caso de la prótesis sin ingreso, la estrategia consiste en mantener este criterio de alta funcional. En este sentido, si el paciente no se siente seguro, tiene dolor, etc, quedaría ingresado hasta cumplir los criterios de alta funcional. Uno de los otros aspectos claves para que la cirugía sea un éxito, siempre y cuando cumpla los requisitos de alta funcional, pasan por:
- Una planificación digital de la cirugía: permite adelantarse a dificultades de cada caso y determinar cuál implante y cómo posicionarlo para optimizar la biomecánica de la articulación.
- Radiografía de control en quirófano: que permite confirmar que se está realizando el procedimiento tal como se ha planificado.
La prótesis total de cadera (artroplastia total de cadera) es una operación dirigida a reemplazar la articulación de la cadera que está deteriorada, generalmente por artrosis, o por motivo de una secuela de traumatismo, trastornos evolucionados de la infancia como la displasia, o 'infart de la cabeza del fémur, conocido como necrosis vascular de la cabeza femoral. La operación de prótesis de cadera dura aproximadamente una hora y media.
La articulación de la cadera es una articulación que tiene forma d'esfera y cúpula. La esfera está formada por la cabeza del hueso del muslo (fémur) y se articula de forma congruente con una cavidad o cúpula que hay en la pelvis (acetábulo). La superficie de estos dos huesos está recubierta por un tejido que se llama cartílago articular. La artrosis consiste en el desgaste de este cartílago articular, quedando sin protección el hueso subyacente. Esto produce aspereza y deformidad de la articulación, que dan lugar a dolor y limitación de movimiento. A menudo el paciente cojo y la pierna puede quedar poco útil y un poco más corta.
La operación de sustitución total de la cadera consiste en reemplazar las dos superficies: la cabeza del fémur gastada por una esfera que va ligada a un vástago en el interior del fémur, y la cavidad de la pelvis (acetábulo) por una cazoleta que alberga a la esfera. Ambos componentes de la prótesis pueden fijarse al hueso por sí mismos gracias al tipo de material y su diseño, o mediante un cemento especial en determinados casos.