El hospital Clínic Barcelona ha realizado la primera cirugía conservadora en una paciente con acretismo placentario a cargo del Servicio de Medicina Maternofetal, dirigido por el Dr. Francesc Figueras. Se ha convertido en el primer hospital de España y de los pocos en Europa en practicar este tipo de cirugía. Sin embargo, es una técnica en auge que se está integrando cada día más en la práctica clínica, sobre todo en países donde la incidencia de acretismo placentario es mucho mayor que en el nuestro.
El acretismo placentario se da cuando la placenta crece con demasiada profundidad en la pared uterina durante el embarazo y, al estar adherida al útero, no se desprende tras el parto, siendo una complicación obstétrica grave. En los casos más severos, la placenta puede incluso llegar a afectar órganos pélvicos como la vejiga o el intestino. Es un fenómeno infrecuente en el embarazo, pero está en aumento en la actualidad.
El abordaje habitual en estos casos es la extirpación uterina tras el nacimiento del neonato y, en los casos que se identifica antes del parto, se recomienda la cesárea. Esta técnica quirúrgica es compleja y no está exenta de complicaciones. Además, impide un nuevo embarazo en la paciente.
La cirugía conservadora consiste en, una vez nacido el niño, resecar únicamente el área afectada y realizar una reconstrucción uterina. El principal beneficio de esta cirugía es que la paciente conserva el útero y, por tanto, puede quedarse embarazada de nuevo y de forma segura.
La Dra. Anna Peguero sostiene que el hecho de que la paciente pueda conservar el útero tras tener acretismo placentario es un gran avance. “Gracias a esta cirugía, no aumenta el riesgo de tener un nuevo acretismo al mismo nivel en caso de que la paciente se vuelva a quedar embarazada, y además se asocia con unos buenos resultados perinatales”. Además, el Dr. Figueras añade que “otros posibles beneficios derivados de esta técnica son el menor tiempo quirúrgico, menor pérdida de sangre y menor riesgo de complicaciones quirúrgicas”.