Con la inauguración de este nuevo espacio también se ha puesto en marcha una nueva forma de interactuar con los pacientes basado en la conversación y una mayor proximidad. Durante el año pasado, la Unidad de Dolor del Clínic, dirigida por el Dr. Christian Dürsteler, realizó 9.171 visitas (1.334 primeras y 7.837 sucesivas) y se realizaron 3.500 procedimientos/intervenciones. Varios estudios demuestran que entre el 20 y el 30% de la población sufre dolor crónico. El dolor es un mecanismo de alerta para la supervivencia de los seres humanos que, en circunstancias normales, avisa al cuerpo de que está sufriendo algún tipo de mal. Sin embargo, hay situaciones en las que el dolor no termina cuando se resuelve la causa que lo originó, persistiendo en el tiempo y pueden afectar a diferentes esferas de nuestra vida, tanto emocional, familiar como laboral.
La nueva Unidad de Dolor del Clínic comporta un cambio de paradigma en la relación entre el paciente y el profesional ya que el diseño del espacio facilita y promueve una comunicación más bidireccional para favorecer una relación más sólida y de confianza entre ambos actores, añadiendo la figura del cuidador como otro actor del equipo terapéutico. Este nuevo modo de relación supone pasar de la consulta a la conversación. El nuevo diseño del espacio, construido con materiales sostenibles, ha podido llevarse a cabo gracias a la co-creación del espacio y teniendo en cuenta las necesidades de los pacientes y profesionales. En definitiva, el nuevo espacio de la Unidad de Dolor es más cálido, puesto que los tratamientos se realizan en un espacio más amable y confortable.
Con la puesta en marcha de este nuevo espacio en el Clínic también se quiere impulsar el nuevo protocolo "de la primera conversación" entre los pacientes y profesionales y que tiene tres fases. Una primera, con un cuestionario que los pacientes pueden llenar en casa y que les ayuda a preparar la visita, en segundo lugar, un nuevo formato de recogida de información por parte del profesional en la consulta/conversación y que facilitará el diagnóstico final, y por último, un documento recordatorio con cápsulas informativas y recursos para que el paciente pueda consultar después de su estancia en el hospital. Con esta nueva metodología y con este nuevo espacio se pretende construir una nueva forma de interactuar con los pacientes y en la que éstos puedan gestionar mejor sus expectativas.
La Unidad del Dolor del hospital Clínic Barcelona está formada por 22 profesionales, entre los que destacan anestesiólogos especializados en el tratamiento del dolor complejo. Atiende a los pacientes con dolor crónico por cáncer, dolor neuropático, después de cirugías de espalda, que son derivados por los especialistas de la primaria desde los CAPS (AISBE Barcelona Izquierda del Eixample) o desde el propio hospital. Excepcionalmente se aceptan pacientes de otras áreas de salud, en función de la enfermedad del paciente (pacientes trasplantados en el hospital, enfermedades poco comunes, por ejemplo). Junto con el equipo de enfermería especializado, se lleva a cabo el control postoperatorio en las salas de hospitalización de los pacientes a los que se han realizado procedimientos quirúrgicos especialmente dolorosos. En este nuevo espacio también participan profesionales de medicina de familia, rehabilitación, oncología, neurocirugía y enfermería de práctica avanzada.
Por el Dr. Christian Dürsteler, Jefe de la Sección de Dolor del Servicio de Anestesiología del Clínic “el dolor crónico, en parte, es una emoción. Con este nuevo espacio queremos ayudar al paciente en todo su proceso, hacerle partícipe de sus decisiones y ofrecerle un tratamiento personalizado en un ambiente confortable”. Además, el Dr. Dürsteler resalta que “se ha impulsado el abordaje biopsicosocial del dolor, en el que no sólo se tratan a pacientes con fármacos y/o intervenciones, sino que se incide sobre todas las dimensiones de la persona. En este contexto, se ha creado el Programa PAINDOC (Programa de Atención Integral al Paciente con Dolor Crónico), que consta de 8 sesiones grupales (educación terapéutica, soporte psicológico, Mindfulness Meditation y ejercicio físico dirigido)”. "Este programa aporta herramientas de afrontamiento del dolor de fácil incorporación a la vida diaria de pacientes y cuidadores, buscando el empoderamiento y autogestión de la enfermedad", concluye.
Esta iniciativa ha sido impulsada desde la Dirección de Estrategia y Planificación como un proyecto de innovación escalable a otros Servicios del hospital en el que ha participado AheadPSP arquitectes, la Dirección de Infraestructuras e Ingeniería Biomédica, The Care Lab (consultora externa experta en Design Thinking) y el programa de participación de pacientes impulsado por el Dr. Joan Escarrabill y el equipo del Espacio de Intercambio de Experiencias.