El 87% de las agresiones atendidas durante el año pasado fueron a mujeres. La víctima más joven tenía 16 años y la mayor, 88. El 43,6% de las agresiones se cometieron contra menores de 25 años, mientras que el 6% de las agresiones a mujeres fueron perpetradas contra chicas de 16 y 17 años.
El informe anual publicado hoy resalta que el 61,4% de las agresiones fueron atendidas en menos de 24 horas después del ataque y que un 46,6% de los casos fueron tratados durante el fin de semana. En cuanto a las violaciones (vaginal, oral, anal), el informe expone que el 58,5% de las mujeres fueron violadas y que el 56% de las agresiones a mujeres se cometieron en un domicilio. Durante el 2024, el Clínic atendió a 30 personas sin hogar que fueron víctimas de una agresión sexual.
En cuanto al perfil de los agresores, las pacientes manifiestan que se trata de su pareja o expareja, amigo, taxista, sanitario, compañero de trabajo, compañero de piso, contacto de redes, familiar (conviviente o no)... Un 7% de las mujeres atendidas (n=48) fueron agredidas por su pareja o expareja. Todas ellas fueron violadas, una cifra similar a la del año pasado. El informe también resalta que el 11% de las agresiones fueron cometidas en grupo (más de un agresor).
En cuanto a perfiles concretos, el informe anual también pone de manifiesto que una cuarta parte de las mujeres atendidas menores de 45 años fueron violadas por un conocido en un entorno que se podría considerar como seguro.
Para la Dra. Lluïsa Garcia Esteve, psiquiatra y presidenta de la Comisión de Violencia Machista y Salud, “los datos nos indican que las mujeres confían en los servicios de atención y que la detección y respuesta inmediata son fundamentales”. “El compromiso del Clínic es ofrecer una respuesta rigurosa y sensible, que no solo ayude a las supervivientes a recuperarse, sino que también contribuya a combatir la violencia machista desde un enfoque de salud pública y derechos humanos”.
Centro de referencia para la ciudad de Barcelona
El Hospital Clínic Barcelona cuenta con un protocolo interno establecido para abordar con eficacia los casos de agresión sexual. Este protocolo involucra a profesionales de enfermería, trabajo social, ginecología, cirugía, psiquiatría, psicología y enfermedades infecciosas. Se revisa y actualiza constantemente para implementar buenas prácticas de atención proactivas y preventivas. El objetivo principal es favorecer la recuperación de la salud de las supervivientes y facilitar los procedimientos jurídico-legales, garantizando al mismo tiempo apoyo emocional y atención a la salud mental con la diligencia debida.