Dra. Isabel Vilaseca: "La cirugía debe apoyarse en la mejora de la tecnología para mejorar la calidad de vida de los pacientes"
Hace 10 meses que fue nombrada directora del Área Quirúrgica del Hospital Clínic de Barcelona. En el Hospital se realizan cerca de 30.000 cirugías al año y estos procedimientos requieren una gestión de recursos y de personal muy importante. La calidad técnica de los participantes influye directamente en los resultados. Con la Dra. Isabel Vilaseca hablamos, entre otros, de los retos de la nueva etapa del área quirúrgica.
La Dra. Isabel Vilaseca es especialista en Otorrinolaringología y concretamente se ha centrado en los últimos años en el diagnóstico y tratamiento de los tumores de cabeza y cuello. Lidera el Grupo de Investigación consolidado AGAUR Head Neck Clínic y es miembro del grupo 'Genómica traslacional y terapias dirigidas en tumores sólidos' del IDIBAPS. Es doctora en medicina y profesora titular de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Barcelona en los grados de Medicina e Ingeniería Biomédica. Ha sido profesora del Máster de Competencias Médicas Avanzadas en Trastornos del Sueño y actualmente lo es del Máster de Gestión Sanitaria. También es la Vice presidenta de la Sociedad Catalana de Otorrinolaringología y miembro del Comité Científico de la Sociedad Europea de Laringología.
Mucha gente cree que el Área Quirúrgica de un hospital como éste se limita al bloque quirúrgico -donde están los quirófanos-, pero somos un área transversal que da servicio a los diferentes Institutos y Servicios. Trabajamos para organizar y planificar el circuito quirúrgico que incluye el preoperatorio y la prehabilitación del paciente, la cirugía y el postoperatorio. También gestionamos desde el Servicio de Anestesiología la UCI quirúrgica, una Unidad de Cuidados Intermedios y la Unidad del Dolor.
Del ámbito médico somos aproximadamente 120 personas, tenemos un pool muy importante de personal de enfermería y técnicos sanitarios, hablamos de 400 personas y una parte administrativa de unas 50 personas. Al ser un hospital con 3 sedes implica que hay profesionales del Área Quirúrgica en la sede Villarroel, en la sede Plató, y en la Maternidad
"Fuera de los quirófanos se realizan más de 30.000 procedimientos con anestesia en el hospital cada año".
Estamos por encima de 28.000 intervenciones al año. Pero los profesionales del Área Quirúrgica, la mayoría de anestesiólogos y algunos profesionales de enfermería, también dan servicio a muchas áreas intervencionistas del hospital. Fuera de los quirófanos se realizan más de 30.000 procedimientos con anestesia en el hospital cada año. Entre las 3 sedes tenemos ahora 41 quirófanos en funcionamiento y diferentes áreas de esterilización en cada sede.
Tenemos una parrilla con la disponibilidad de todos los quirófanos del año y se asigna una distribución de espacios a cada Instituto para que puedan programar sus intervenciones. Entonces, cada Instituto, unos días antes, nos envía su previsión de cirugías, su duración y material que se necesitará. Si es factible, lo incluimos en el Programa Quirúrgico definitivo. Así sabemos todos los días qué cirugías se harán, quién las hará y las necesidades técnicas que se requerirán.
Hay equipamientos fijos en cada quirófano y otros que hay que compartir, como los robots, la escopia, exoscopios, neuromonitores... por tanto debemos hacer una planificación buscando la máxima eficiencia.
Algunas cirugías debemos realizarlas en un tiempo determinado para no alargar el tiempo que el paciente está en la lista de espera. La cirugía oncológica o cardíaca de gravedad, las prótesis de rodilla o de prótesis de cadera, por ejemplo, tienen una garantía para el Servicio Catalán de la Salud y debemos realizarlas antes de un plazo máximo establecido. Por ejemplo, 60 días desde el diagnóstico de un cáncer de próstata o 6 meses por una prótesis de cadera; el paciente no puede estar más de ese tiempo en lista de espera.
El resto de cirugías se programan en función de la gravedad del paciente en un año máximo, siguiendo el criterio first in, first out, lo primero que entra en la lista de espera es el primero que se opera.
Con el equipo hemos planteado cuatro grandes retos: el espacio, la organización interna, la tecnología y la gestión del personal.
"Necesitamos ajustar el tamaño de los quirófanos al tipo de tecnología que tenemos hoy".
En el Clínic tenemos un problema de espacio y eso todo el mundo lo sabe. Estamos en un hospital que se nos ha quedado pequeño y aunque en los últimos años se han hecho adecuaciones y mejoras, quedan muchas cosas por hacer, entre ellas la renovación del área de los quirófanos de otorrinolaringología, de la Cirugía Mayor Ambulatoria y de la esterilización.
Sabemos que en unos años tendremos una nueva ubicación, el hospital se ampliará, y será una oportunidad para tener unas instalaciones pioneras y sostenibles, pero ahora tenemos que gestionar el 'mientras tanto' con la máxima eficiencia posible. Necesitamos renovar estos espacios mientras seguimos teniendo una actividad quirúrgica muy elevada y de primer nivel. Esto es un reto mayúsculo.
También debemos dimensionar mejor los quirófanos, por ejemplo, hacemos mucha cirugía convencional complejo que no nos cabe en los quirófanos convencionales y necesitamos quirófanos más grandes. La tecnología necesaria ocupa mucho más espacio ahora que hace unos años. Necesitamos ajustar el tamaño de los quirófanos al tipo de tecnología que tenemos hoy.
Gestionamos muy personal y, parte de esta gestión, todavía la hacemos demasiado manual. Debemos trabajar en automatizar procesos y en dar más eficiencia a todos los espacios y equipamientos que tenemos. Desde hace años trabajamos con la metodología Lean para intentar mejorar los circuitos. Aunque se ha hecho muy buen trabajo, tenemos margen para mejorar la eficiencia global del Área Quirúrgica.
"El progreso tecnológico es donde se apoya la cirugía para mejorar sus resultados y reducir el tiempo de ingreso hospitalario".
La tecnología médica, y especialmente la que necesitamos dentro de los quirófanos es carísima. Un robot quirúrgico vale unos 2 millones de euros. Y sabemos que una de las mayores ganancias que ha tenido la cirugía en los últimos años va ligada al desarrollo tecnológico. Tener herramientas que te ayuden a realizar procesos de forma cada vez más segura, más automatizada, con mayor precisión y que eviten complicaciones es muy importante para el bienestar del paciente. El progreso tecnológico es donde se apoya la cirugía para mejorar sus resultados, reducir el tiempo de ingreso hospitalario y recuperación del paciente, o el número de complicaciones.
Es evidente que no lo podemos tener todo y debemos saber priorizar y, a ser posible, ser partners del desarrollo tecnológico. Esto nos permite muchas veces disponer de la tecnología antes, e incluso reducir su coste final. Debemos dotar a los cirujanos del Hospital, que son buenísimos, de las mejores herramientas para trabajar y hacerlo con la máxima seguridad. En este ámbito, también debemos priorizar.
El cirujano debe ser muy bueno, ya no sólo a la hora de operar, sino a la hora de indicar la cirugía, porque una buena indicación es ya la mitad del proceso. Por ejemplo, si haces algo perfecto, pero no tocaba hacerlo, es un desastre. Lo importante es hacer algo cuando toca, hacerlo bien, con las mejores herramientas y, sobre todo, aprovechar para enseñarlo a las nuevas generaciones de cirujanos de forma progresiva. Por ejemplo, que ahora la mayoría de cirugías puedan seguirse a través de pantallas dentro del quirófano es una herramienta de formación fantástica.
Tiene mucho potencial, pero todavía estamos en una fase inicial. El robot es un instrumento de mucha precisión que permite hacer gestos que la mano no puede hacer - giros de 360 grados, por ejemplo- te permite disminuir el temblor, trabajar con una visión 3D buenísima, con aumentos, facilitando ver cosas que no podríamos definir bien con el ojo humano, facilitando el aprendizaje con simulación y dobles consolas, etc. Pero los robots no operan solos, es necesario un cirujano detrás experimentado.
Pienso que lo más cerca de potenciar la cirugía robótica es la aplicación de ciertos automatismos basados en la inteligencia artificial y también la posibilidad de operar y tutorizar cirugías a distancia en tiempo real, que ya es posible gracias al 5G. Disponer de sistemas de ayuda para identificar mejor los límites de los tumores mientras operamos, por ejemplo, también puede ser de gran ayuda. Son cosas que todavía no podemos hacer a veces de forma suficientemente precisa, pero que estoy convencida de que veremos en un futuro cercano.
Sabemos que el desarrollo tecnológico pasa en parte por la cirugía robótica, por eso la robótica debe ser una línea estratégica prioritaria en nuestro centro.
"Pero es verdad, sobre todo si te encuentras bien, que si te dicen “hay que operar”, necesitas un entorno de confianza que nosotros intentamos generar a toda costa".
Es muy importante la complicidad y confianza entre el médico y el paciente a la hora de decirle que debe operarse. Es muy importante crear un espacio para que el paciente se sienta cómodo para preguntar y resolver dudas. Los pacientes deben entender qué se hará y por qué, también cuáles son los riesgos.
Los pacientes también se sienten más tranquilos cuando notan y sienten que están en un centro referente, que ha sido reconocido a nivel técnico, de procesos... pero también porque si ocurriera algo saben que el centro tiene recursos – UCI's, tecnología y profesionales - para hacer frente a una posible complicación.
Pero es verdad, sobre todo si te encuentras bien, que si te dicen “hay que operar”, necesitas un entorno de confianza que nosotros intentamos generar a toda costa.
Es una tarea muy gratificante que requiere planificación y capacidad de ejecución. Nos preparamos muchos años para tener la necesaria destreza. Ver que todo sale bien, y saber que puedes ayudar a gente que lo necesita es muy gratificante. Pese a dirigir el Área Quirúrgica sigo operando cada semana y haciendo un día de consulta y lo disfruto mucho, la verdad. Además, es la mejor forma de detectar los problemas, las carencias, ver cómo funcionan ciertos procesos, hablar con los equipos...
A los cirujanos nos encanta operar y operar, siempre que sea posible. Mi especialidad, la Otorrinolaringología, es médico-quirúgica y combina las dos vertientes. Esta especialidad la elegí entre otras cosas porque abarca desde el diagnóstico hasta el tratamiento del proceso ya sea médico o quirúrgico. Es una disciplina muy resolutiva y disfruto muy bien operando; es lo que más me gusta.