Dr. Mauricio Raigosa: "Antes muchas personas trans venían a operarse solas, ahora la situación ha cambiado"

Para empezar, me gustaría aclarar que actualmente se habla de cirugía de confirmación de género y no de cirugías de “cambio de sexo”, como dice mucha gente. Esta especialidad agrupa varios tipos de cirugías que se pueden realizan a las personas trans. Hacemos la vaginoplastia a personas que han nacido con genitales masculinos, pero se sienten mujeres. Es decir, convertimos los genitales masculinos en genitales femeninos tanto en forma (con clítoris, labios menores, labios mayores...) como en función. Es decir, que después de la operación estas personas podrán experimentar placer durante las relaciones sexuales. 

También existe la posibilidad de hacer cirugías a personas que han nacido con genitales femeninos, pero se sienten hombres. Estas cirugías son extremadamente complejas, con unos resultados no muy buenos y con bastantes complicaciones post operatorias. De estas cirugías hemos hecho muy pocas porque como he comentado, los resultados no son tan buenos y tienen un porcentaje de complicaciones muy elevado. 

También hacemos las mastectomías, es decir extirpamos del tejido mamario para conseguir un pecho liso y simétrico que resulte anatómico y estéticamente masculino. Actualmente, somos el único hospital de Cataluña que realiza este tipo de cirugías. Todas estas cirugías están cubiertas por el sistema público de Salud de la Generalitat de Catalunya. 

 En el Clínic, y de acuerdo con el CatSalut, hacemos 15 vaginoplastias y 15 mastectomías, pero es cierto que la lista de espera es larga. 

Las personas que van a operarse nos llegan a través de Trànsit que es la unidad de referencia y realiza la acogida, asesoramiento y acompañamiento a las personas trans.  Ellos nos pasan la lista de las personas que deben someterse a la operación en función de la primera fecha en la que se visitaron en el Servicio. 

Una vez que llegan a una de las unidades, normalmente, se les proporciona un tratamiento hormonal, y un proceso de acompañamiento.  Luego deben esperar bastante tiempo porque la lista de espera es muy larga. Una vez me llega a mí, hago la valoración clínica para que no haya contraindicaciones y las ponemos en lista de espera. 

En Catalunya hay entre 600 y 700 personas que están esperando una operación de vaginoplastia. La lista de espera del Clínic es de 273 personas y sólo hacemos 15 al año. Basta con hacer números... 

Es una cirugía compleja que dura entre 2 y 4 horas. Para empezar debemos hacer un túnel en el que nos quede en la parte superior la próstata, la vejiga y la uretra y en la parte inferior el intestino. Este espacio que creamos será la vagina.

Existen diversas técnicas: la inversión peneana, la colonvaginolpastia y la inversión peneana asistida con robot y con un fragmento de peritoneo. La técnica que se utiliza depende del tamaño del pene. Si tenemos piel suficiente del pene para forrar el espacio donde irá la vagina hacemos la técnica de inversión peneana -que es la técnica más sencilla-. 

 Ahora nos encontramos con frecuencia que el tamaño del pene es más corto, ya que a los adolescentes se les inhiben las hormonas - así no desarrollan los efectos de la pubertad masculina- y esto provoca que el pene sea de menor tamaño. En estos casos utilizamos la técnica de la colonvaginoplastia. La única diferencia entre las dos técnicas es la forma de forrar el túnel que hemos hecho inicialmente. 

Entonces viene el momento de realizar unos genitales externos femeninos que sean lo más parecido posible, tanto en forma como en función a los de una mujer cisgenero. Por tanto, debemos recrear un clítoris, un capuchón de clítoris, labios menores y labios mayores. 

Con varios fragmentos del pene hacemos el clítoris y los labios menores. Mantenemos las venas, arterias y nervios para que tengan sensibilidad. Continuamos recortando la uretra y la unimos a los clavos menores y clítoris. Entonces eliminamos los testículos, estiramos la piel y con ello hacemos los labios mayores. 

Lo que hacemos nosotros es crear una vagina y una vulva, pero también que la persona pueda tener relaciones y, al mismo tiempo, experimentar placer. Las personas trans también pueden tener orgasmos. La próstata no se quita, por tanto, son mujeres con próstata. La próstata también les permite tener placer porqué es un punto muy erógeno. Les recomendamos que a partir de los 50 años acudan al urólogo a hacerse visitas de seguimiento. 

La recuperación dura entre 3 y 4 semanas. Después de la operación suelen estar ingresadas 5 noches y es importante realizar algunos ejercicios con dilatadores para mantener la nueva cavidad que se ha creado dentro de su cuerpo. 

En principio las dilataciones, si se hace la inversión peneana son para toda la vida, se empieza con una pauta muy estricta, 3 veces al día durante 20 minutos durante 2 meses y luego se van disminuyendo, a partir de los dos años, con dos dilataciones al mes es suficiente.

Llegan con una expectativa muy alta. Para ellas esta cirugía es culminar un proceso muy largo. Ahora bien, debemos tener en cuenta que hay personas trans cuyo mayor deseo es operarse y tener unos genitales femeninos, pero hay personas trans que ya les va bien tener pene y disfrutan teniendo relaciones con su pene. Muchas personas nos dicen que "les hemos cambiado la vida" o "que han renacido".

El proceso de confirmación de género no sólo está en el cambio de los genitales, sino que algunas de ellas pueden trabajar y operarse para tener una voz más femenina. Estas cirugías las lidera el equipo de otorrinolaringología y los logopedas. Son las glotoplastias. 

Sí, ha habido un importante cambio. Recientemente se llevó a cabo una modificación en las categorías de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11): la transexualidad está relacionada con la salud sexual de una persona, y no como un trastorno mental o de comportamiento, por lo que es apropiado abordarla como una incongruencia de género. 

Yo creo que ahora vivimos en una sociedad más tolerante, pero en este ámbito todavía hay mucho camino que recorrer. Este cambio lo noto mucho con los acompañantes de las personas que vienen a operarse. Cuando empecé a realizar este tipo de cirugías en muchos casos venían solas; ahora la mayoría vienen con sus padres, hermanos, amigos... antes eran personas con las ideas muy claras, pero solas. Ahora, siguen teniendo las cosas claras, pero están acompañadas en este proceso. 

Nos llegan personas de todas las edades. Incluso hemos operado a personas de 70 años. Pero ahora, ciertamente, cada vez vemos a pacientes más jóvenes

Cuando después de una cirugía viene una persona a la consulta y te dice que le has cambiado por completo la vida y te lo agradece tanto... es fantástico. Es un orgullo hacer lo que quieres, ver los buenos resultados y ver cómo cambias la vida a la gente.