Dr. Josep Torremadé: "La disfunción eréctil es un signo precoz de enfermedades cardiovasculares latentes"
Tener una buena salud sexual es fundamental para conseguir una buena calidad de vida. Sin embargo, casi el 40% de la población masculina española podría tener algún tipo de deficiencia sexual a lo largo de su vida.
El Dr. Josep Torremadé es miembro del Servicio de Urología del hospital Clínic Barcelona. Sus áreas de experiencia son: la disfunción eréctil, la medicina sexual y la medicina reconstructiva urogenital. Se ha formado en el Hospices Civil de Lyon y el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York.
La andrología es una subespecialidad de la Urología que se dedica a tratar las disfunciones sexuales, la medicina reproductiva y la reconstructiva urogenital. Es parte de la medicina centrada en la salud sexual del hombre.
Pues la disfunción eréctil, la cirugía protética asociada a la disfunción eréctil y de la enfermedad peyronie- una enfermedad infrecuente que afecta entre el 3 y 8% de la población y que provoca un daño en el pene -trastornos de eyaculación, reconstrucción urogenital.
La incapacidad persistente para generar y mantener una erección suficiente para desarrollar un acto sexual satisfactorio. No hablemos sólo de rigidez.
"El tabaquismo, la obesidad, la hipertensión, el colesterol son factores de riesgo por tener disfunción eréctil".
¡Sí, claro! Existen factores de riesgo muy estudiados; sobre todo riesgos cardiovascular. El tabaquismo, la obesidad, la hipertensión, el colesterol son factores de riesgo por tener disfunción eréctil. También vemos casos de disfunción eréctil fruto de una cirugía oncológica (cáncer de próstata, cáncer de vejiga, cáncer colorrectal). Son cánceres que podemos 'dominar' y en los que tenemos buenos resultados oncológicos, pero lo cierto es que en algún caso generan este tipo de disfunciones que acaban afectando a la calidad de vida de los pacientes.
Tenemos dos tipos de disfunciones eréctil: primero hablamos de la psicógena, que afecta normalmente a chicos jóvenes y que, en ocasiones, puede venir provocada por una mala experiencia sexual. Sin embargo, normalmente no es un problema del pene, sino un problema del ámbito de la sexología. Y también nos encontramos con la disfunción eréctil orgánica, que -como andrólogos- es nuestra especialidad, y que viene provocada por el tratamiento de un cáncer o asociada a factores de riesgo cardiovascular.
La disfunción eréctil es un signo precoz de enfermedades cardiovasculares latentes. Esto significa que cuando se manifiesta esta disfunción significa que si no actuamos, en los próximos 3 o 5 años se puede presentar un infarto o una embolia, por ejemplo. Nos ocurre a menudo que cuando diagnosticamos una disfunción eréctil a un paciente acabamos diagnosticando una hipertensión o altos niveles de colesterol que el paciente no sabía. Por tanto, vale la pena tener una vida saludable para evitar males mayores cardiovasculares, aparte de controlar y minimizar la disfunción eréctil.
Lo primero que hacemos es modificar los hábitos de vida del paciente. Con cosas tan sencillas como modificar la dieta y promover la actividad física el 25% de los pacientes mejoran ya su disfunción eréctil. Cuando esto no es suficiente, el siguiente paso sería utilizar fármacos que potencian la erección e inhibidores de la fosfodiesterasa 5 (derivados del Viagra)- unos fármacos seguros con muy pocos efectos secundarios y con una buena eficacia.
El siguiente paso sería probar alternativas para mejorar el flujo de sangre en el pene y, de este modo, aumentar su rigidez. También tenemos otros tratamientos como inyecciones intracavernosas o fármacos intrauretrales que dan una buena respuesta terapéutica, pero también debemos tener claro que son algo más agresivos.
"Las prótesis lo que nos permiten es que el paciente pueda tener una erección cuando quiera. En 2022 el Clínic puso 58 prótesis de pene".
Hay pacientes que las opciones de tratamiento no les son útiles y habría que valorar la prótesis de pene. De entrada, podemos imaginar un aparato muy ortopédico, pero es un sistema hidráulico que se coloca dentro del pene con una cirugía mínimamente invasiva con muy pocas complicaciones y, tras la cual, el paciente puede irse a casa el mismo día . Las prótesis lo que nos permiten es que el paciente pueda tener una erección cuando quiera. En 2022 el Clínic puso 58 prótesis de pene.
Cuando una persona ha estado sexualmente activa y ha disfrutado del sexo y, de repente, lo pierde tiene un impacto psico-emocional muy importante y que le acaba afectando a su calidad de vida. Todo ello se traduce con más ansiedad, más depresión, más absentismo laboral. Cada vez la sociedad es mayor y la sociedad envejece, y quiere vivir estos años con calidad de vida. Mantener una vida sexual activa significa mantener una buena calidad de vida.
Entre el 20-50% de la población masculina puede sufrir disfunción eréctil a partir de 50 años. Pero si nos fijamos en población con diabetes, que han estado operados de un cáncer de próstata o con obesidad, por ejemplo, este porcentaje aumenta aún más y es muy frecuente que presenten disfunción eréctil.
Las parejas son un gran aliado en el tratamiento. De hecho, después del implante de una prótesis de pene, los pacientes requerirán un tiempo de adaptación a la misma. Las parejas ayudan en gran medida a llevar este postoperatorio y disminuyen la angustia asociada a esa disfunción.
"Nuestro trabajo también es divulgar una sexualidad libre, llena, con respeto, que aporta placer...".
No. A los jóvenes les llega una información sobre el sexo basada, a menudo, en la pornografía que no refleja una sana visión de la sexualidad. Nuestro trabajo también es divulgar una sexualidad libre, llena, con respeto, que aporta placer... y, también, romper mitos. Muchas frustraciones vienen de aspectos que hemos visto, o nos han dicho, que acaban no desarrollando placer. La gente quiere reproducir en su práctica sexual conductas que ha visto en la pornografía y esto puede generar frustración. La pornografía puede dar respuestas sexuales que son anormales y entonces la gente se frustra cuando ve que no es capaz de tener una relación sexual como la que puede haber visto. Debemos educar a la ciudadanía a tener unos hábitos sexuales saludables y en este aspecto tenemos mucho camino por recorrer.
El futuro del tratamiento de la disfunción eréctil pasa por las terapias regenerativas. Ahora estamos intentando tratar el pene cuando ya se ha degenerado y lo que debemos hacer es intentar tratar el pene antes de que aparezca el problema o cuando están los primeros síntomas incipientes. A nivel de investigación estamos avanzando en el tratamiento de células madre y los tratamientos ricos en plaquitas, pero a nivel clínico todavía estamos lejos.
El futuro del tratamiento protético del pene pasará por tener mejores prótesis pasando de prótesis hidráulicas, como ocurre ahora, a prótesis de pene electrónicas. Esto significa que se podrá activar o desactivar con un sistema externo –a través de un teléfono o un reloj, por ejemplo– y poder modular la intensidad de rigidez del pene. En este aspecto no estamos tan lejos.