La encefalitis asociada a los anticuerpos LGI1 (anti-LGI1) afecta normalmente a pacientes de más de 60 años. Produce una encefalitis límbica, con convulsiones epilépticas y un deterioro cognitivo importante. Un diagnóstico y tratamiento precoz se asocian a una mejora neurológica y reducen la posibilidad de que se mantengan secuelas permanentes.
La etapa aguda de la enfermedad es bastante conocida, no así la fase posterior. No está claro si estos paciente pueden mantener la patología activa de forma subclínica, con manifestaciones que pueden tener un impacto en la recuperación cognitiva. El objetivo del proyecto galardonado es investigar esta actividad subclínica en la encefalitis anti-LGl1. Se seguirán los pacientes durante un año con visitas que incluyen pruebas neurológicas, cognitivas y psiquiátricas, así como la evaluación completa del ciclo del sueño.
Los resultados preliminares muestran la presencia de alteraciones durante las evaluaciones rutinarias y también muestran que los síntomas considerados resueltos, como las crisis epilépticas, aún están presentes durante los estudios del sueño, que pueden afectar negativamente la función cognitiva y la memoria. Estos síntomas y pruebas se pueden utilizar como biomarcadores pronósticos que guían el tratamiento en la fase postaguda de la enfermedad.