¿Qué es una Mamografía?

Tiempo de lectura: 3 min

La mamografía es una radiografía de alta definición de la mama que utiliza rayos X en dosis muy bajas. Un examen de mamografía (mamograma) se utiliza para diagnosticar un cáncer de mama de forma precoz u otras enfermedades mamarias.

Tipos de mamografías

La mamografía puede ser digital o tridimensional, 3D (tomosíntesis).

La mamografía digital se diferencia de la convencional por sustituir la película de rayos X por una imagen electrónica del pecho que se puede guardar en el ordenador. Actualmente, la mayoría de los aparatos de mamografía son digitales y tienen la ventaja de que pueden obtenerse mejores radiografías y con dosis de radiación más bajas.

La tomosíntesis se utiliza para tomar imágenes tridimensionales del pecho, es decir, da lugar a una representación de la mama en tres dimensiones por lo que es más realista. Esta última técnica tiene la ventaja de poder ver mejor si hay lesiones y su extensión, volumen y ubicación.

Los sistemas de detección asistida por ordenador (DAC) utilizan una imagen mamográfica digitalizada que se puede obtener tanto de una mamografía convencional de película como de una digital. Con los DAC el programa informático puede buscar y resaltar las áreas de densidad irregular, masas o calcificaciones que puedan indicar presencia de cáncer.

¿En qué consiste?

En las mamografías se utilizan rayos X que pueden traspasar el pecho y obtener imágenes. Estas imágenes se pueden registrar en formato digital o en película. Las diferentes partes de la mama aparecen más claras o más oscuras según la densidad que tengan. Aunque la dosis de radiación es más pequeña, se recomienda hacerlas solo cuando sea necesario.

¿Para qué sirve?

Las mamografías son útiles para la detección precoz del cáncer de mama, estudiar las lesiones de nueva aparición y para el diagnóstico de las enfermedades mamarias.

¿Cómo se hace?

De forma habitual, la mamografía convencional se realiza de pie. Un profesional sanitario coloca la mama en la unidad de mamografía –una bandeja– y se comprime con una superficie plana. Esta compresión es útil ya que permite ver los tejidos de forma más clara, es decir, la mama adopta una forma adecuada para que la máquina pueda tomar las mejores imágenes.

¿Cómo hay que prepararse?

No es necesaria ninguna preparación especial. Hay que sacarse todos los objetos metálicos (por ejemplo, joyas, piercings u otros ornamentos) y no ponerse cremas corporales, desodorantes ni polvos de talco en las axilas o en los pechos ya que pueden interferir en la calidad de la imagen.

Si durante la prueba se nota alguna molestia, hay que comentárselo al profesional sanitario.

Es importante guardar las exploraciones anteriores, si se han realizado, para poder hacer comparaciones. Además, hay que informar al médico sobre cualquier cirugía que se haya realizado con anterioridad, el uso de hormonas y los antecedentes familiares o personales de cáncer de mama.

Se recomienda hacer la mamografía una semana después de la menstruación, ya que se dan casos en los que los pechos pueden estar más sensibles durante el proceso.

Situaciones de especial atención

Hay que informar al profesional sanitario en las siguientes situaciones:

  • Embarazo. Hay que confirmar el embarazo y valorar si la exploración se considera adecuada.
  • Lactancia. Si se da el pecho hay que valorar si se considera idónea la prueba.
  • Operación reciente o golpe. En el caso de haber sido operada o recibir un golpe importante en el pecho con anterioridad.
  • Prótesis de pecho. Hay que adaptar la técnica.
  • Menor de 35 años. No se recomienda esta prueba ya que el tejido de la mama es muy denso y no se puede explorar bien. En estos casos, se acostumbra a iniciar el estudio con una ecografía.

¿Quién realiza la prueba?

Los profesionales sanitarios se encargan de guiar y asesorar al paciente durante toda la prueba.

¿Quién interpreta los resultados?

Un profesional sanitario especializado en radiología y con formación específica en diagnóstico de la mama.

¿Qué sensaciones tendré durante la prueba?

No se experimenta nada. A veces, a causa de la comprensión puede ser que se note una pequeña molestia que dura muy poco. Si a medida que aumenta la comprensión se nota dolor, hay que comentarlo con el profesional sanitario.

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Información documentada por:

Laura Oleaga Zufiría

Publicado: 20 de febrero del 2018
Actualizado: 28 de octubre del 2022

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