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La espirometría es una prueba que se realiza para evaluar el funcionamiento de los pulmones a través de la medición de la velocidad de las inhalaciones y exhalaciones de aire, así como de la capacidad de aire que los pulmones pueden retener. 

¿Qué es la Espirometría?

La espirometría es una prueba sencilla, indolora y no invasiva que permite conocer la función pulmonar de una persona. Es la prueba básica para diagnosticar enfermedades respiratorias.

¿Para qué sirve una espirometría?

Sirve para medir la cantidad de aire que pueden retener los pulmones (volumen de aire) y la velocidad de las inhalaciones y exhalaciones durante la respiración (velocidad del flujo de aire).

Permite conocer la función pulmonar y, así, diagnosticar, establecer la gravedad y hacer seguimiento de cualquier enfermedad respiratoria. A menudo se solicita de forma previa a una intervención quirúrgica torácica o abdominal cuando se sospecha de la presencia de alteraciones. También se realiza de manera rutinaria en exploraciones de salud laboral.

¿Cómo hay que prepararse para una espirometría?

Se recomienda vestir de manera cómoda y no fumar durante 2 horas antes de la prueba. Aunque no se necesita estar en ayunas es aconsejable no comer ni beber de manera abundante las 2 horas previas, así como realizar esfuerzo intenso. 

Antes de realizar la prueba se debe notificar si se toma algún tipo de inhalador, ya que no se podrá tomar para realizar la prueba de forma basal.

¿Cómo se realiza una espirometría?

La espirometría consiste en respirar por la boca a través de un pequeño tubo. Antes de realizar la prueba se tapa la nariz del paciente para evitar que salga aire. Después el paciente se sienta y sostiene un pequeño dispositivo de medición del flujo de aire (espirómetro) que tiene una boquilla adherida desechable a un extremo. Se coloca en la boca, se aprietan los dientes y se cierran los labios alrededor de la boquilla para evitar que la lengua bloquee el orificio.  Los pasos a seguir son los siguientes:

  • Se realiza una inspiración normal.
  • Se exhala aire de manera suave hasta vaciar los pulmones en su totalidad.
  • Se toma una gran y profunda inspiración, llenando los pulmones.
  • Se exhala de nuevo con fuerza y se continúa hasta que el profesional indique que se debe parar, más o menos durante 6 segundos. Aunque se tenga la sensación de que no se puede exhalar más aire, se tiene que seguir exhalando de forma que se pueda medir cada pequeña exhalación. 
  • Cuando se le indique que pare, sáquese la boquilla y descanse. Estos pasos se repetirán al menos 3 veces, pero pueden ser más.

A menudo se realiza en dos partes. Primero de forma basal, sin tomar medicación. Y luego, al cabo de 15 minutos, se administra un inhalador-salbutamol para cuantificar si se producen cambios en la función pulmonar.

Situaciones de especial atención

No se puede realizar la espirometría en las siguientes situaciones:

  • Tromboembolia pulmonar o un neumotórax reciente (2 semanas).
  • Sangrado por la boca.
  • Infección respiratoria activa (tuberculosis o gripe).
  • Problemas cardiovasculares como un infarto de miocardio reciente (7 días), angina inestable o aneurisma aorta torácica que ha crecido o de gran tamaño (mayor a 6 cm).

Otros factores que pospondrán la exploración son:

  • La hipertensión intracraneal o sistémica muy elevada.
  • El desprendimiento agudo de retina.
  • Los síndromes confusionales o demencias.
  • La cirugía abdominal, torácica, cerebral, ocular o de otorrinolaringología reciente.
  • La diarrea o los vómitos.
  • Problemas bucodentales o faciales que impidan o dificulten la colocación y sujeción de la boquilla.

¿Quién realiza la prueba?

La espirometría la realiza el personal de enfermería o los técnicos especializados en función pulmonar.

¿Quién interpreta los resultados?

El neumólogo es el encargado de valorar los resultados de la prueba y realizar el informe correspondiente.

¿Qué sensaciones tendré durante la prueba?

Algunos pacientes refieren cierta fatiga por la realización del esfuerzo repetido. Por ello, la persona encargada de realizar la prueba hace pausas para que el paciente descanse entre los diferentes intentos. Algunos pacientes tienen dolor de cabeza al finalizar y, en muy raras ocasiones, sensación de mareo.

Información documentada por:

Jorge Moisés Lafuente
Xavier Alsina Restoy
Yolanda Torralba Garcia

Publicado: 5 de septiembre del 2018
Actualizado: 5 de septiembre del 2018

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