Gracias a este descubrimiento, se podría establecer un nuevo biomarcador que facilite la selección de los pacientes con hepatocarcinoma avanzado que responderán o no a esta terapia. En el estudio han participado Josep M. Llovet, Jefe del grupo de investigación traslacional en oncología hepática del IDIBAPS, profesor ICREA y de la Universidad de Barcelona, y director del Liver Cancer Program en la Icahn School of Medicine at Mount Sinai (New York).
El carcinoma hepatocelular (HCC) es el tipo más frecuente de cáncer de hígado, la tercera causa de muerte por cáncer en el mundo y tiene una incidencia de 800.000 nuevos casos al año. Aunque su tratamiento ha mejorado mucho en los últimos años, los pacientes diagnosticados en estadios avanzados tienen pocas opciones terapéuticas. Recientemente, la FDA ha aprobado diferentes inmunoterapias para esta enfermedad. Entre estas terapias, las más innovadoras hasta el momento son las terapias anti PD-1 (Programmed cell Death 1), que inducen un 15-20% de respuestas objetivas. La PD1 es una proteína que se encuentra en las células T (un tipo de célula del sistema inmunitario) y que ayuda al cuerpo a controlar y frenar las respuestas inmunitarias. Si la PD1 se inhibe, aumenta la capacidad de células inmunitarias de destruir otras células, como las cancerosas.
"Los resultados de la terapia anti-PD-1 en ensayos clínicos demuestra que entre el 15-20% de los pacientes con hepatocarcinoma avanzado responden al tratamiento, lo que se asocia a un aumento de la supervivencia. Esto indica que hay mecanismos que confieren resistencia a la terapia anti-PD-1 y resalta la urgente necesidad de identificar marcadores para una óptima selección de los pacientes ", explica Josep M. Llovet. En otros tipos de cáncer - como melanoma o cáncer de pulmón- se ha visto que las tasas de respuesta de los pacientes a la inmunoterapia mejoran de forma significativa si se selecciona aquellos que responderán mejor.
El estudio publicado en Cancer Discovery demuestra, a través de un nuevo modelo animal con ratones, como la activación de diferentes proteínas de los tumores afecta a la respuesta inmune contra las células tumorales. En concreto, el estudio muestra que la activación de la β-catenina -generalmente por mutaciones de este gen, presentes en el 30% de los pacientes con hepatocarcinoma- se correlaciona con un menor reclutamiento de células dendríticas y una menor actividad de las células inmunes T. Estas alteraciones de la inmunidad observadas en tumores con mutaciones de β-catenina se asociarían a una resistencia primaria al tratamiento con inhibidores de PD-1.
Estos mecanismos son también relevantes para la misma enfermedad en humanos y pueden proporcionar un biomarcador útil para seleccionar pacientes. De esta manera se podría contribuir a una inmunoterapia más precisa y efectiva para el carcinoma hepatocelular avanzado.
Referencia del estudio:
Ruiz de Galarreta M, Bresnahan E, Molina-Sanchez P, Lindblad KE, Maier B, Sia D, Puigvehi M, Miguela V, Casanova-Acebes M, Dhainaut M, Villacorta-Martin C, Singhi AD, Moghe A, von Felden J, Tal Grinspan L, Wang S, Kamphorst AO, Monga SP, Brown BD, Villanueva A, Llovet JM, Merad M, Lujambio A.
Cancer Discov. 2019 Jun 11. pii: CD-19-0074. doi: 10.1158/2159-8290.CD-19-0074.