El estudio ha sido liderado por Cristina Malagelada, profesora del Departamento de Biomedicina de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la UB, María José Martí, jefa de la Unidad de Párkinson y Trastornos del Movimiento del Hospital Clínic, y Mario Ezquerra y Rubén Fernández Santiago, genetistas del IDIBAPS. Nuria Martín Flores, investigadora del UBNeuro, es primera firmante del trabajo, que ha sido financiado íntegramente por la Fundación Michael J. Fox para la Investigación del Párkinson (Estados Unidos).
Asociación entre marcadores genéticos
Los investigadores han estudiado los marcadores genéticos —segmentos de ADN con una ubicación identificable en el cromosoma— que modulan la edad en que comienza el párkinson. «Existen marcadores genéticos, conocidos como marcadores genéticos del gen de la sinucleína, que están asociados a un inicio mucho más temprano de los síntomas, pero en este trabajo nos hemos centrado en cómo influye la asociación de otros marcadores hasta ahora no conocidos», explica Cristina Malagelada, también investigadora del UBNeuro.
Los resultados, obtenidos a partir de muestras de sangre de más de novecientos pacientes atendidos en el Hospital Clínic, indican que un grupo de marcadores genéticos de la vía metabólica mTOR, en combinación y no de forma individual como se había visto hasta el momento, contribuyen a modular la edad en la que aparece la dolencia. «El hecho de identificar este grupo de marcadores genéticos que se influyen entre ellos y que condicionan el inicio de la enfermedad permite acotar la investigación de nuevas dianas terapéuticas a estos genes candidatos», destaca Malagelada.
Además, la identificación de esta familia de genes —que está vinculada a la supervivencia neuronal, la plasticidad sináptica y la síntesis de proteínas— ha sido confirmada en una segunda población independiente de enfermos de casi 4.000 individuos, obtenida gracias a la colaboración con el Consorcio Internacional de Genómica de la Enfermedad de Parkinson.
Según la experta de la UB, esta investigación, que ha utilizado técnicas bioinformáticas, pone de manifiesto la importancia del análisis de interacciones estadísticas para identificar asociaciones genéticas, ya que puede ayudar a explicar enfermedades complejas como las neurodegenerativas.
El segundo trastorno neurodegenerativo más común
El párkinson, que afecta a más del 1 % de la población, es el segundo trastorno neurodegenerativo más común después del alzhéimer. Padecen esta patología más de seis millones de personas en todo el mundo, cifra que podría elevarse a más de doce millones en 2030, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En este trastorno, el neurotransmisor que controla la actividad motora —la dopamina— se encuentra reducido a causa de la muerte progresiva de las neuronas dopaminérgicas.
Referencia del artículo:
R. Fernández‐Santiago, N. Martín‐Flores, F. Antonelli, C. Cerquera, V. Moreno, S. Bandres‐Ciga, E. Manduchi, E. Tolosa, A. B. Singleton, J. H. Moore, The International Parkinson's Disease Genomics Consortium, M. J. Martí, M. Ezquerra, C. Malagelada. «SNCA and mTOR pathway single nucleotide polymorphisms interact to modulate the age at onset of Parkinson's disease». Movement Disorders, junio de 2019. Doi: 10.1002/mds.27770
Imagen:
Mario Ezquerra, Manel Fernández Sánchez, Maria Josep Martí, Rubén Fernández-Santiago i Cristina Malagelada