Estos linfomas testiculares, que afectan principalmente a hombres de edad avanzada, se desarrollan primariamente en el testículo, una región inmunoprivilegiada, es decir, una región en la que, por cuestiones fisiológicas, hay menos respuesta inmunitaria, lo que puede favorecer el crecimiento de las células tumorales.
Ahora, los análisis genéticos que se han llevado a cabo en este estudio publicado en la revista HemaSphere, donde han participado 7 centros del Grupo Español de Linfomas y Trasplantes de Médula Ósea (GELTAMO), consolidan la idea de que el linfoma testicular de células B podría ser reconocido como una entidad independiente a los linfomas difusos de células B grandes y sería más similares a otros linfomas que se dan en sitios inmunoprivilegiados, tales como el sistema nervioso central o los ojos (específicamente en la región de la vitreoretina) pero que no son un grupo homogéneo como se había descrito previamente.
"Las alteraciones genéticas descritas en este trabajo podrían proporcionar información para diseñar nuevos enfoques terapéuticos específicos para el linfoma testicular de células B", apuntan Alfredo Rivas y Cristina López, investigadores de los grupos de investigación Neoplasias linfoides y Patología molecular en neoplasias linfoides del IDIBAPS, respectivamente y primeros coautores del proyecto.
En este trabajo se han secuenciado con técnicas de última generación muestras de 61 linfomas testiculares, se han estudiado las ganancias y pérdidas de regiones cromosómicas y se han analizado los reordenamientos cromosómicos de determinados oncogenes, además del perfil de mutaciones de más de un centenar de genes. El perfil genético resultante se ha comparado con el linfoma difuso de células B grandes y con el linfoma primario del sistema nervioso central, otro linfoma que tiene lugar en una región inmunoprivilegiada.
Todos estos estudios han mostrado alteraciones en genes relacionados con la vía de señalización de las células B y en genes que contribuyen a la evasión del sistema inmunitario; también se han detectado deleciones muy frecuentes en los genes supresores de tumores CDKN2A/B y ganancias de oncogenes como BCL2. Estas alteraciones genéticas coinciden con las descritas en el linfoma primario del sistema nervioso central y difieren de las alteraciones de los linfomas difusos de células B grandes. “La relevancia de estos resultados ha sido resaltada recientemente por el editor jefe de la revista Hemasphere, Jan Cools, que ha seleccionado el artículo como “must-read paper” del mes de Diciembre”, resalta Sílvia Beà, también investigadora del grupo Patología molecular en neoplasias linfoides del IDIBAPS y colíder de este proyecto.
En resumen, aunque en las clasificaciones actuales de los linfomas se tiende a considerar los linfomas testiculares, y otros de origen extraganglionar de zonas inmunoprivilegiadas, como un grupo único, nuestros datos sugieren más bien que se trata de un grupo bastante heterogéneo desde el punto de vista genético. De modo que, como apuntan los autores, Silvia Beà y Armando López-Guillermo, jefe del grupo Neoplasias linfoides del IDIBAPS y colider del proyecto junto a Beà, se requerirán estudios adicionales para entender la biología y, por tanto, encontrar un mejor tratamiento de estos linfomas.
Artículo de referencia
Rivas-Delgado A, López C, Clot G, Nadeu F, Grau M, Frigola G, Bosch-Schips J, Radke J, Ishaque N, Alcoceba M, Tapia G, Luizaga L, Barcena C, Kelleher N, Villamor N, Baumann T, Muntañola A, Sancho-Cia JM, García-Sancho AM, Gonzalez-Barca E, Matutes E, Brito JA, Karube K, Salaverria I, Enjuanes A, Wiemann S, Heppner FL, Siebert R, Climent F, Campo E, Giné E, López-Guillermo A, Beà S. Testicular large B-cell lymphoma is genetically similar to PCNSL and distinct from nodal DLBCL. Hemasphere. 2024 Oct 7;8(10):e70024. doi: 10.1002/hem3.70024. PMID: 39380845; PMCID: PMC11456803.