Estas sesiones, organizadas con la colaboración del CIBEREHD, están dirigidas por María Reig, jefa de la Unidad de Oncología Hepática-BCLC del Clínic-IDIBAPS, y por Gemma Iserte, enfermera de práctica avanzada de la Unidad.
Estas son las actividades organizadas:
- 2 de octubre: Nutrición y cáncer de hígado: Desmitificando conceptos erróneos comunes
- 10 de octubre: Puertas abiertas para pacientes con cáncer de hígado. Conoce las instalaciones del Centro Esther Koplowitz
- 26 de octubre: La microbiota, ¿qué impacto tiene en el cáncer de hígado?
- 30 de octubre: Mesa redonda sobre investigación en cáncer de hígado. Ensayos iniciados por investigadores y colaboradores
La inscripción puede hacerse a través de este enlace.
Unidad referente en el diagnóstico, tratamiento en investigación en Cáncer de Hígado
El cáncer de hígado es todavía un reto en el ámbito de salud, representa la cuarta causa de muerte por cáncer en todo el mundo y se estima que en 2025 habrá más de un millón de casos.
La Unidad de Oncología Hepática tiene en la asistencia, investigación, docencia, innovación y en la creación de sinergias con otras instituciones, los pilares fundamentales para ofrecer el mejor diagnóstico, tratamiento y atención integral a los pacientes con la enfermedad.
La Unidad la forma un equipo multidisciplinar en el que participan especialistas de involucrados en el abordaje de la enfermedad -hepatología, radiología, cirugía, oncología, anatomía patológica, oncología radioterápica-, así como personal de enfermería experto en cuidados y educación sanitaria.
La Unidad atiende a unos 350 pacientes nuevos por año y hay unos 3.500 pacientes con cáncer de hígado en seguimiento. Cada año se realizan más de 6.000 visitas médicas y cerca de 8.400 visitas de enfermería.
En cuanto a la investigación, el grupo de investigación en Oncología Hepática (BCLC) del IDIBAPS desarrolla herramientas para predecir qué pacientes tendrán cáncer y mejorar la detección precoz. También investiga el mecanismo de acción de nuevos tratamientos y la eficacia a la hora de reducir el riesgo de recaída después del tratamiento curativo, así como aumentar la supervivencia de los pacientes en fase avanzada. Todo ello se lleva a cabo vinculado a la educación para empoderar a los pacientes.