Dr. Jose Muñoz: "La telemedicina es una herramienta maravillosa para proteger la salud del viajero internacional"
Antes de viajar a determinados países es recomendable realizar el consejo previaje, en el que especialistas en salud internacional dan consejo e informan sobre el destino al que se va, qué enfermedades se pueden encontrar y cuáles son las vacunas necesarias. Para todo ello, el Clínic cuenta con el SAVI, el Servicio de Atención al Viajero Internacional, que también realiza el seguimiento durante el viaje gracias a una herramienta de telemedicina, Famba, para monitorizar el estado de salud del viajero.
José Muñoz es el jefe del Servicio de Salud Internacional del Clínic, investigador de ISGlobal y profesor asociado de la Universidad de Barcelona. Tiene más de 20 años de experiencia en Salud Internacional y ha trabajado como médico e investigador en varios países en África Subsahariana y América Latina. Su investigación se centra en la epidemiología y la clínica de las enfermedades tropicales importadas en viajeros e inmigrantes y las enfermedades tropicales desatendidas.
El Servicio de Atención al Viajero Internacional, está dentro del Servicio de Salud Internacional y es el dispositivo que tenemos para atender a personas que han estado expuestas a enfermedades tropicales importadas.
El Servicio atiende este tipo de enfermedades en tres etapas. Primero, y la que mayor volumen de visitas supone, es la etapa previaje, antes del viaje, en la que preparamos e informamos a las personas en función de las enfermedades que tengan y del destino del viaje, sobre qué enfermedades se puede encontrar, cómo prevenirlas, qué vacunas hacen falta o qué antibióticos deben tomarse.
Después, durante el viaje, tenemos una plataforma digital llamada Famba que acompaña al viajero/a durante el viaje, para ayudarle si tiene algún problema y que pueda contactar con nosotros. Y después, hay más o menos un 10% de personas que después de viajar nos necesitan porque tienen fiebre o cualquier otra enfermedad relacionada con el viaje y vuelven a nuestra consulta.
El SAVI atiende a dos colectivos diferentes: el colectivo de viajeros que viven aquí y que viajan fuera y pueden coger estas enfermedades. Y después hay un colectivo importante de pacientes emigrantes que son personas que vienen de otros países como Bolivia, Senegal, o Guinea Ecuatorial, por ejemplo, y que viven aquí y tienen este tipo de enfermedades.
No sólo es importante el país al que se viaja, sino la región a la que vas, porque la epidemiología de las enfermedades cambia.
Primero, y es algo que luchamos siempre para que se cumpla, es entender bien a dónde vas. Para nosotros no sólo es importante el país, sino la región a la que vas, porque la epidemiología de las enfermedades cambia. Y nosotros podemos ayudar mucho en esto, qué tipo de enfermedades hay, cómo prevenir… Es lo que llamamos empoderamiento del viajero.
Cuanto más entienda la persona que viaja las características de las enfermedades y más sepa sobre cómo prevenirlas, muchos menos problemas de salud habrá durante y después del viaje.
Idealmente, como siempre hemos dicho, cuanto antes mejor. Las clínicas de atención al viajero suelen estar muy llenas en los meses de verano. Por tema de vacunas, recomendamos un mes antes porque algunos tienen esquemas que requieren unas semanas antes de completar la pauta y que sean efectivas, como la nueva vacuna para el virus del dengue. La vacuna, por ejemplo, de la fiebre amarilla, no empieza a surtir efecto hasta 10 días después de la administración.
No existe una delimitación estricta de qué países sí o qué países no. Son países que están sobre todo en América Latina, desde el centro hasta Argentina, toda África, incluido el norte de África, y Asia central y sudeste asiático. También hay situaciones excepcionales, como personas que se van a Alemania a la Selva Negra, que requieren la vacuna de la encefalitis centroeuropea, que se transmite a través de una garrapata que está específicamente allí.
La creación de esta aplicación es fruto de una necesidad que detectamos en 2015 en los viajeros. Las personas a las que nosotros hacíamos la atención previa y vacunábamos, se iban y durante el viaje no se encontraban bien. Llamaban al hospital y hasta que contactaban con un profesional sanitario que realmente pudiera solucionar el problema, era complicado. Pensamos que sería ideal poder diseñar una plataforma digital que permitiera atender a estos viajeros cuando tenían problemas fuera.
Así, empezamos a trabajar intensamente en este proyecto que ha pasado por muchas fases diferentes, y que ahora finalmente está preparado para ayudar a los viajeros.
Si el viajero tiene alguna consulta, gracias a Famba puede entrar en un chat con un especialista del equipo para resolver las dudas y solucionar el problema que se haya presentado
Durante el viaje, cada 2-3 días va preguntando a la persona cómo se encuentra. Si se encuentra bien la aplicación no te molesta y monitoriza que durante el viaje estás bien sin realizar ningún tipo de intervención.
Si el viajero en algún momento tiene alguna consulta, que no debe ser sólo porque se encuentre mal, sino por haber olvidado tomar una medicación u otro tema de salud, es cuando se puede entrar en un chat con un especialista de nuestro equipo para resolver las dudas y guiar a la persona para ver cómo se puede solucionar el problema que se ha presentado.
Hemos visto que no es sólo una herramienta de ayuda al viajero o viajera cuando está fuera. La aplicación se ha convertido en una herramienta muy útil para el análisis de datos sobre la salud del viajero que nunca habíamos podido obtener, y entender mejor cuáles son los riesgos de los viajeros dependiendo de los países a los que vayan. De alguna forma estos datos nos ayudan a después informar mucho mejor al viajero o la viajera del lugar al que van porque lo hemos podido ver con la aplicación Famba y con los datos que obtenemos de ella. Ahora estamos trabajando con herramientas de inteligencia artificial para poder predecir mejor los riesgos de las enfermedades de los viajeros internacionales, utilizando Famba como plataforma de vigilancia de enfermedades emergentes.
Estamos trabajando en poder registrar señales vitales cuando el viajero está enfermo, a través de wearables como los relojes digitales.
La telemedicina, en todas sus versiones, es una herramienta maravillosa para proteger la salud del viajero internacional y debe permitirnos superar las limitaciones cuando una persona está fuera.
No nos imaginamos sólo un canal de telemedicina con un chat, sino que estamos trabajando en poder registrar, por ejemplo, señales vitales cuando el viajero está enfermo, a través de wearables como los relojes digitales. También trabajamos para que la gente pueda viajar con tests rápidos para realizar un autodiagnóstico, pero siempre ayudado por la telemedicina. Y esto nos permitiría, de alguna forma, estar mucho más cerca del viajero internacional durante el viaje, acompañarlo mucho más y tener mejores datos y mejores herramientas para poder ser su profesional sanitario de referencia durante el viaje.
Lo primero que debe hacer es valorar qué tipo de enfermedad tiene. Obviamente, si tienes una enfermedad grave, como un accidente de tráfico o una crisis epiléptica, una aplicación móvil en telemedicina tiene relativamente poco valor en el momento agudo. El valor lo tiene en el acompañamiento a este paciente en estas enfermedades graves. Por ejemplo, pacientes que están en Indonesia o en Tailandia o en Brasil que debido a esta enfermedad grave ingresan en el hospital local, el compañero, la compañera o el paciente, si está bien, se va comunicando con nosotros, nos envía fotos de las analíticas y comparten el diagnóstico para saber cómo lo vemos. Nosotros vamos acompañando en este proceso y eso hemos visto que da mucha confianza, que un médico de nuestro equipo acompañe a este paciente mientras está hospitalizado en un país tan lejos y que a veces estás un poco angustiado, da mucha confianza al viajero.
Si la enfermedad se valora como una enfermedad no grave o no urgente, Famba funciona muy bien, en el sentido de que nosotros vamos hablando con el viajero a través del chat, le podemos informar de cosas, intentamos resolver el problema en la medida en que podamos a distancia.
Sí, absolutamente sí. Y el contenido lo recomendamos en función del destino. El botiquín debe tener para hacer cuidados básicos de lesiones cutáneas, algún antiséptico, gasas... En cuanto a medicamentos, nosotros recomendamos analgésicos y también antihistamínicos, que son muy útiles en lesiones por plantas o por insectos, que son relativamente comunes en zonas selváticas.
En cuanto al uso de los antidiarreicos, cuando la diarrea no es grave, lo que intentamos es hidratar y hacer reposo, pero no tomar el medicamento. Están indicados cuando una persona tiene una diarrea en un momento dado y no puede estar en reposo. Es útil llevarlos, pero no tomarlos de rutina cuando tienes una diarrea, sino saber exactamente en qué momento debes tomarlos.
También preservativos porque vemos mucha conducta sexual no protegida y así se evitan las enfermedades de transmisión sexual.
En zonas de malaria recomendamos llevar una mosquitera y siempre es necesario llevar protección solar y también repelente antimosquitos.
Siempre habrá algún mosquito que te pique, pero con el antimosquitos muchos menos, con lo que hay menos molestia y menor probabilidad de contraer las enfermedades que transmiten.
Es muy controvertido porque hay mucha gente que dice que no funciona. La biología de los mosquitos es muy particular ya que existen distintos factores que hacen que te piquen más o menos o que tu cuerpo haga mayor o menor reacción. Pero, en cualquier caso, el antimosquitos es una barrera que funciona muy bien para prevenir que te piquen. ¿Cero? No. Si siempre habrá algún mosquito que pique, y entonces la gente se queja de que le han picado igual... Pero claro, es que igual te habrían picado 100 y te han picado 20... Y eso significa que tienes menos molestia y menor probabilidad de contraer las enfermedades que transmiten estos mosquitos, como la malaria, el dengue, chikungunya, zika, la fiebre amarilla...
También hay que tener presente que hay mosquitos, como el que transmite la malaria, que tienen actividad al anochecer, empezando sobre las 19-20h con un pico a las doce de la noche; pero otros como el que transmite la fiebre amarilla, el dengue o el chikungunya, que tienen un pico de actividad entre las 10 de la mañana y las 14h. Es importante tener esto en cuenta a la hora de aplicar el repelente.
El principal síntoma que se debe vigilar es la fiebre, pero también nos encontramos con problemas gastrointestinales y muchísimas lesiones cutáneas. Pueden aparecer enfermedades que has cogido en el viaje no sólo en la primera semana y el primer mes, sino después. Pero es verdad que lo más frecuente es que aparezcan entre dos y cuatro semanas justo después del viaje. A veces es difícil diferenciar si ese síntoma que tienes es algo que has cogido durante el viaje o ha aparecido porque lo has cogido aquí, por eso es muy importante informarte del viaje cuando vas al médico, ya que es un factor que puede cambiar la orientación diagnóstica.