Dr. Jesús Blanco: “En el seguimiento crónico de pacientes con diabetes, el ‘café para todos’ no tiene sentido”
De entre sus muchas iniciativas, la Unidad de Diabetes, está implementando un cuadro de mandos para segmentar a los pacientes con diabetes y ofrecer un tratamiento más eficiente de manera precoz.
Médico especialista del Servicio de Endocrinología y Nutrición del hospital Clínic Barcelona y miembro de la Unidad de Diabetes, liderada por la Dra. Margarita Giménez. El objetivo de la Unidad es ofrecer una alta calidad asistencial a las personas con diabetes y sus comorbilidades o enfermedades asociadas en sus diferentes ámbitos de acción: asistencial, docente y de investigación. La diabetes forma parte del día a día de muchas personas en el hospital, hasta un 25-30% de las personas ingresadas tienen hiperglucemia o diabetes. Ese es uno de los motivos por los que están implicados 13 servicios del hospital en la Unidad de 9 Institutos distintos.
La estructura de trabajo actual consta de una Comisión de Gestión multidisciplinar formada por 11 miembros de la Unidad y 13 Grupos de Trabajo. Cada grupo de trabajo define los programas y procedimientos necesarios en cada una de las diferentes áreas y esto permite generar múltiples iniciativas que van generando conocimientos específicos en profundidad. De esta manera se agiliza la gestión y se mejora la calidad de los proyectos de la Unidad.
Esta reestructuración hace que cada vez haya una jerarquía menos clara, que una única figura no “cargue” con todo el trabajo, sino que se intentan dividir las tareas en pequeños grupos de trabajo que tengan cierta autonomía. No obstante, cada uno de los grupos tiene un responsable y coordinador que se encarga de hacer de puente y divulgar el trabajo que se está haciendo en el grupo de trabajo a la Comisión de Gestión.
"Se está trabajando en un cuadro de mandos que identifica a pacientes que podrían beneficiarse de algunos de los procesos vinculados a la Unidad. Actualmente se han identificado 8.000 pacientes".
Todas las áreas están sujetas a esta innovación. Por destacar una que atañe directamente al Servicio de Endocrinología, sería el de la atención de la diabetes cuando debuta en edades tempranas, que lo hemos estipulado por debajo de los 50 años. Se sabe que las personas que inician una diabetes en edades tempranas tienen mucho más riesgo de desarrollar otras enfermedades y complicaciones asociadas. Esto hace que sea crucial identificarlas, manejarlas y tratarlas de la mejor manera lo antes posible.
Este concepto viene de la filosofía de que, lo que se debe priorizar por nuestra parte, es identificar a aquella población que pueda beneficiarse más de cada uno de los tratamientos y realizar un manejo adecuado. Esto más allá, o además, de todos los avances que se están consiguiendo con los nuevos tratamientos. Por ejemplo, si sabemos que solo un 10% de las personas con diabetes la desarrolla en edades tempranas, tenemos una población muy restringida pero que se le deberá hacer un tratamiento muy precoz e intensivo para evitar todas las complicaciones asociadas. De esta manera, no solo usaremos estrategias de tratamiento y fármacos más efectivos, sino que los dirigiremos a la población que más se podrá beneficiar. Todo, globalmente, nos debería de ayudar a reducir la carga de enfermedad asociada a la diabetes.
En este sentido se está trabajando en un cuadro de mandos que identifica a pacientes en Consultas Externas que podrían beneficiarse de algunos de los procesos vinculados a la Unidad. Actualmente se han identificado 8.000 pacientes y esto permitirá evaluar diferentes indicadores que son fundamentales para mejorar los procesos actuales.
"Estamos incorporando el mundo de la telemonitorización al campo de la cronicidad que no es tan común como en el de la hospitalización domiciliaria".
El cuadro de mandos no solo irá asociado a tener más información actualizada de la situación de nuestros pacientes, sino también a generar una herramienta de segmentación de la persona con diabetes. En el fondo no existe la diabetes como tal, sino que hay muchas variantes de los diferentes tipos. No obstante, hasta ahora hemos seguido un esquema de inercia y homogéneo para el seguimiento crónico de pacientes con diabetes, pero este ‘café para todos’ no siempre tiene sentido.
Hay pacientes que están muy bien controlados que con una visita anual sería suficiente, mientras que otros necesitarían un seguimiento cada 3 meses en vez de los normalmente estipulados 6 meses para todos. O, incluso, aquella persona que va bien habitualmente pero que tiene alguna incidencia puntual y necesita ser atendida en ese momento. Creemos que esta herramienta nos puede ayudar a tener cada uno de estos perfiles identificados y tener espacio para estos casos de urgencia o con cambios puntuales.
Esto se puede conseguir con los sistemas de monitorización de la glucosa que, hoy en día, podemos tener acceso en remoto con información actualizada a diario y, prácticamente, en tiempo real. Estamos incorporando el mundo de la telemonitorización al campo de la cronicidad que no es tan común como en el de la hospitalización domiciliaria. Este cambio organizativo asistencial lo implementaremos en los próximos meses.
De hecho, el Grupo de Trabajo de la Unidad de Diabetes Joven tiene por objetivo poner en marcha este nuevo protocolo asistencial. Esto irá de la mano de los compañeros de atención primaria (tanto personal médico como de enfermería), que tienen un papel crucial. Con todas las herramientas se establecerá y generará un tratamiento efectivo que, a la vez, sea muy dirigido a esta población de alto riesgo de presentar complicaciones.
"Están por llegar nuevos fármacos que se prevé que ellos, no solo reduzcan el riesgo de complicaciones de la enfermedad, como los tratamientos actuales, sino que cambien la historia natural de la diabetes".
Sí, en los últimos años se han optimizado algunos fármacos, sobre todo para diabetes tipo 2, que ya estaban en el mercado pero que han mejorado su sistema de administración y, por tanto, la calidad de vida de los pacientes. Por ejemplo, de administrarse diariamente a administraciones semanales o cambiar de forma inyectable a formato oral en pastillas.
También están por llegar nuevos fármacos que se prevé que, no solo reduzcan el riesgo de complicaciones de la enfermedad, como los tratamientos actuales, sino que cambien la historia natural de la diabetes. Éstos inciden en la pérdida de peso, que la evidencia nos dice que con una reducción de peso del 10-15% se puede conseguir detener el avance de la enfermedad. Hasta ahora, la pérdida de peso solo se conseguía, principalmente, mediante cambios alimentarios y de estilo de vida, que muchas veces no son fáciles de incorporar por parte de los pacientes. Incluso algunos de los tratamientos que el mismo médico les recomendaba para la diabetes producían un aumento del peso, cosa que se contradecía con el objetivo terapéutico. La pérdida de peso, junto con el control de la glucemia, para nosotros siempre ha sido un objetivo terapéutico, pero nos faltaban herramientas para conseguirlo. Con estos nuevos fármacos, la idea fundamental es intentar ayudar y empujar en la misma dirección y que sean tratamientos catalizadores que ayuden al paciente a realizar esos cambios de estilo de vida con resultados visibles.
También podríamos hablar de las nuevas tecnologías, como los sistemas de infusión de la insulina, como lo que llamamos pseudopáncreas artificial, más enfocados para diabetes tipo 1. Estos sistemas integran un algoritmo que analiza la información que llega por parte del sensor de glucosa y hace que el infusor de insulina tenga cada vez más automatismos mejorando la calidad de vida del paciente.
"Un factor esencial en la evolución de la enfermedad es el exceso de grasa corporal, que también debe tratarse de manera prioritaria".
Hoy en día, desde el inicio se intenta que tengan en cuenta, tanto los pacientes como los profesionales de la salud, cuatro aspectos fundamentales para repercutir en la historia natural de la enfermedad:
Lo primero es que es una enfermedad metabólica y, como tal, se asocia a complicaciones cardiovasculares que hay que controlar y tratar de manera prioritaria. Se debe controlar el riesgo cardiovascular, los lípidos en sangre, la hipertensión, los hábitos tabáquicos, el ejercicio, etc. Por otro lado, un factor esencial en la evolución de la enfermedad, como hemos comentado, es el exceso de grasa corporal y que también debe tratarse de manera prioritaria. En este sentido, la pérdida de peso debe ser un objetivo prioritario que el paciente debe conocer. Tanto el primer objetivo como el segundo deben ir siempre de la mano.
Por otro lado, el tercer aspecto es el control del azúcar en sangre o glucemia, que ya tradicionalmente se hace mucho énfasis. Finalmente, el cuarto aspecto determinante es el de la utilización eficiente de los fármacos que ayuden a controlar cada uno de los otros tres aspectos comentados. En este sentido, los nuevos fármacos y tratamientos que están saliendo nos están ayudando mucho.
Sí. Como comentaba, todos estos avances en los tratamientos son muy importantes, pero es responsabilidad del profesional usarlos de la manera más eficiente posible en el momento adecuado. El manejo y tratamiento de la diabetes debería priorizarse en las primeras etapas, cuando no existen complicaciones ni enfermedades asociadas porque cuando aparecen ya es tarde. En ese sentido, estos nuevos programas, que intentan perfilar y segmentar a los pacientes e identificar precozmente aquellos pacientes de riesgo, son muy importantes. Y aquí, atención primaria tiene un papel fundamental.
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