Las proteínas pueden verse afectadas por la exposición al calor, la luz solar o la agitación. No obstante, se desconoce hasta qué punto el transporte y la manipulación en la vida real pueden afectar la integridad de estas moléculas. RealHOPE tiene como objetivo identificar y simular los efectos de los diferentes factores que pueden desestabilizar a los medicamentos proteicos. Los resultados de este proyecto ayudarán al desarrollo de fármacos proteicos más robustos con un mejor perfil de seguridad para los pacientes.
Los medicamentos proteicos tienen el potencial de curar enfermedades, hasta ahora incurables, y salvar vidas. Pero, por su estructura compleja, son moléculas sensibles, que requieren de una manipulación cuidadosa para preservar la actividad. Actualmente, durante la producción y la entrega a las farmacias ya se cuida de asegurar las condiciones óptimas, como por ejemplo, la temperatura. Sin embargo, no hay prácticamente datos sobre el transporte y manipulación posteriores. Por ejemplo, el hecho de no saber cómo reaccionan los compuestos cuando son sacudidos dentro de un tubo neumático o cuando se exponen a la luz solar sobre una mesa en el domicilio del paciente, puede provocar el descarte de fármacos completamente funcionales, o bien la administración de medicamentos con falta de eficiencia.
RealHOPE reúne empresas farmacéuticas, empresas de logística, farmacias de centros hospitalarios y una organización de pacientes que, junto con desarrolladores de aplicaciones e investigadores académicos de diferentes campos, estudiarán con profundidad toda la cadena de vida de un fármaco proteico.
El equipo de Carmen López Cabezas, del Servicio de Farmacia del Hospital Clínic, forma parte del consorcio y participará en tres de los cinco work packages. "Durante la primera fase del proyecto participaremos junto con otros actores, en las entrevistas que servirán para entender mejor las condiciones reales de uso de los fármacos en los centros sanitarios, como la distribución a plantas en el domicilio del paciente, o bien la reconstitución y dilución en la farmacia", explica la investigadora. "Sin embargo, nuestro principal objetivo será el desarrollo de técnicas que mejoren la manipulación de los fármacos proteicos en el hospital, y el servicio de farmacia en particular. Entre otros, compararemos la preparación manual de los compuestos con el proceso robotizado, que permite controlar mejor las condiciones".
Estos conocimientos se utilizarán para diseñar nuevos protocolos de estabilidad para el desarrollo futuro de nuevas formulaciones de fármacos proteicos. Los datos recogidos y las entrevistas realizadas constituirán la base para el desarrollo de materiales didácticos dirigidos a diferentes grupos de interés: farmacéuticos del hospital, enfermeras, pacientes y cuidadores.