Las infecciones respiratorias relacionadas con el tabaquismo causaron en el mundo 600.000 fallecimientos en el año 2017, aproximadamente. Este dato demuestra que el humo del tabaco incide en el aparato respiratorio de los fumadores, tanto activos como pasivos, y produce alteraciones en la estructura y en la función de las células. Diferentes enfermedades e infecciones respiratorias aparecen entonces. Por ello, es esencial tener en cuenta el impacto que genera el tabaco en la salud respiratoria.
El sistema respiratorio (y el fumador) en peligro
El tabaco causa alteraciones en la inmunidad del pulmón y reduce la formación de anticuerpos, debilitando así las defensas naturales del organismo. Esto favorece el desarrollo y la gravedad de las infecciones respiratorias, tanto en pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), una afección comúnmente asociada al tabaquismo, como en personas sanas. Además, los fumadores tienen con mayor frecuencia infecciones víricas y bacterianas, como neumonías o, incluso, tuberculosis. Además, estas infecciones tienden a ser más graves en fumadores.
Cigarrillos, cachimbas y vapers
Los tóxicos presentes en el humo, los vapers o los calentadores de tabaco se liberan en la inhalación y afectan tanto a los pulmones como al entorno circundante. Así, tanto los cigarrillos convencionales como las pipas de agua (cachimbas), los vapeadores (cigarrillos electrónicos) o los nuevos calentadores de tabaco pueden aumentar las infecciones por muchos mecanismos. Uno de ellos es por partículas diminutas de menos de 2,5 micras que pueden adherir virus en su superficie, flotar en el aire y entrar finalmente en los pulmones.
El impacto del tabaco en las infecciones respiratorias
Para comprender por qué fumar agrava las infecciones, es fundamental conocer cómo el tabaco afecta el sistema respiratorio. Algunos de los puntos clave son los siguientes:
- Daño al epitelio respiratorio: El tabaco daña el epitelio de las vías respiratorias, que actúa como una barrera protectora. Esta alteración debilita la función de defensa natural del organismo.
- Inmunidad comprometida: Además de afectar la barrera física, el tabaco también altera la inmunidad. Esto hace que el organismo sea más vulnerable a infecciones.
Menor respuesta a las vacunas
Si hablamos de los efectos negativos del tabaco, también es importante destacar que los fumadores experimentan una menor respuesta inmunitaria a las vacunas. En otras palabras, generan menos anticuerpos en comparación con las personas no fumadoras. Este fenómeno se ha observado tanto en fumadores de tabaco convencional como en aquellos que utilizan los nuevos calentadores de tabaco.
Recuperación y salud
Cuando una persona decide dejar de fumar, comienza un proceso de recuperación que trae consigo múltiples beneficios para la salud. A menudo se escucha que “nunca se volverá a estar igual que antes” o que “se necesitan décadas para mejorar”, pero la realidad es que los beneficios se manifiestan rápidamente en todos los órganos y sistemas del cuerpo, incluyendo la inmunidad y la salud mental.
El tabaco no solo afecta la salud pulmonar, sino que también incrementa el riesgo de infecciones y su gravedad. Es fundamental que la sociedad esté informada sobre estos riesgos para tomar decisiones conscientes y proteger su salud respiratoria.
Dejar de fumar no solo beneficia nuestra salud individual, sino que también protege a las personas que nos rodean, especialmente a los más jóvenes. La prevención y la concienciación son herramientas poderosas para combatir los riesgos asociados al tabaco.
Información documentada por:
Consulta Multidisciplinar de Alta Complejidad de Tabaquismo del hospital Clínic Barcelona.
- Lic. Alejandro Frino-García, Fundación de Investigación del hospital Clínic Barcelona.
- Dr. Jacobo Sellarés, Servicio de Neumología y Alergia Respiratoria del hospital Clínic Barcelona.
- Dra. Silvia Mondon, Servicio de Psiquiatría y Psicología del hospital Clínic Barcelona.