La ecografía ginecológica es una prueba de diagnóstico que sirve para estudiar los órganos de la pelvis mediante una sonda ecográfica. A pesar de que es una prueba muy utilizada, todavía hay mucho desconocimiento alrededor de esta. Algunos de los mitos más comunes de la ecografía ginecológica son:
- Solo se realiza por vía transvaginal
- Forma parte de la revisión ginecológica convencional
- Un uso excesivo puede ser perjudicial para los órganos de la pelvis
- No se puede realizar si se está menstruando
- No se puede realizar en mujeres que no hayan mantenido relaciones sexuales con penetración
- Solo sirve para estudiar los órganos del aparato reproductor femenino
- Es una herramienta para diagnosticar cualquier enfermedad del aparato reproductor femenino tanto a nivel oncológico como de fertilidad
1. Solo se realiza por vía transvaginal
La ecografía ginecológica se puede hacer por vía transabdominal, transvaginal y transrectal.
En la vía transabdominal, se coloca la sonda ecográfica sobre el abdomen. En este caso, el útero y los ovarios se ven con poca definición, sobre todo en mujeres con sobrepeso u obesidad.
Por vía transvaginal, se coloca la sonda dentro de la vagina. En este caso, los órganos de la pelvis se ven con mucho más detalle, y por eso es la vía de elección.
En la vía transrectal, la sonda ecográfica se coloca por el recto, que es la parte final del intestino grueso. Se utiliza cuando se necesita visualizar con detalle los órganos de la pelvis y no se puede realizar la ecografía transvaginal ‒ mujeres que tienen la entrada de la vagina muy estrecha, o bien aquellas que no han tenido relaciones sexuales y tienen molestias o no quieren ‒.
2. Forma parte de la revisión ginecológica convencional
La ecografía no forma parte de la revisión ginecológica convencional. Si la mujer presenta síntomas sugestivos de enfermedad o hay sospecha en la exploración física (palpación abdominal y tacto vaginal), es cuando se pide esta prueba, en cualquier momento de la vida de la mujer. Al contrario de lo que pasa con la mamografía o la citología, no ha demostrado cambiar el pronóstico de enfermedades como el cáncer de ovario o de endometrio en mujeres sin síntomas.
3. Un uso excesivo puede ser perjudicial para los órganos de la pelvis
La ecografía no emite ningún tipo de radiación para obtener una imagen, sino que usa ultrasonidos. Por lo tanto, se pueden realizar tantas ecografías como sea necesario sin ningún efecto negativo para la paciente.
4. No se puede realizar si se está menstruando
Si además de la anatomía de los órganos del aparato reproductor femenino, se quiere hacer un estudio de la función, se pueden hacer ecografías en diferentes partes del ciclo, incluyendo el periodo en el que la mujer está menstruando. Es cierto que durante el 1.er día de regla la visualización de la cavidad puede ser más difícil. De todos modos, en mujeres que tienen un sangrado persistente o bien un sangrado durante la menopausia, se recomienda hacer la prueba durante el sangrado, a pesar de realizarse por vía transvaginal.
Normalmente, se aconseja realizar la ecografía justo después de la regla, puesto que es el mejor momento para estudiar si hay enfermedad en la cavidad uterina, debido a que el endometrio es muy delgado. Si lo que se quiere es comprobar que la paciente ovula, se recomienda hacerse después del 14.° día desde la regla previa, para ver el agujero que deja la ovulación en el ovario.
5. No se puede realizar en mujeres que no hayan mantenido relaciones sexuales con penetración
En niñas o adolescentes, cuando es necesario realizar este tipo de prueba, pero no han tenido relaciones coitales previas, se empieza por una ecografía por vía abdominal con la vejiga llena. Si la imagen no es bastante buena para llegar a un diagnóstico, se plantea hacerla por vía transvaginal o transrectal con la vejiga vacía. Las mujeres que no han tenido relaciones sexuales con penetración suelen tener el himen conservado, y la sonda por vía transvaginal puede entrar con dificultad.
Si no entra fácilmente por la vagina, se puede valorar hacerla por vía transrectal. Esta última no es dolorosa y se obtienen imágenes muy similares a la ecografía transvaginal. Además, no hace falta ningún tipo de preparación intestinal.
Si la sonda vaginal se puede introducir sin dolor, aunque haya himen, también se plantea la posibilidad a la chica. Si la chica no se quiere realizar ninguna de las dos exploraciones (ni por vía transvaginal ni por vía transrectal), se puede valorar solicitar una estudio de los órganos pélvicos con resonancia magnética.
6. Solo sirve para estudiar los órganos del aparato reproductor femenino
En la ecografía ginecológica se visualizan todos los órganos de la pelvis: además del útero y los ovarios, también se pueden estudiar la vejiga y el recto.
Hay enfermedades ginecológicas que también afectan a la vejiga o el recto, como la endometriosis o los cánceres de útero. Además, en mujeres con problemas de micción, problemas fecales, etc., también se puede indicar una ecografía ginecológica para valorar las paredes de la vejiga, los movimientos de la uretra y los esfínteres del ano.
Finalmente, a través de la ecografía ginecológica, a veces se identifican enfermedades que no se relacionan directamente con la ginecología, como tumores de la vejiga o de la pelvis de otro origen.
7. Es una herramienta para diagnosticar cualquier enfermedad del aparato reproductor femenino tanto a nivel oncológico como de fertilidad
A pesar de que es una prueba que proporciona mucha información, en algunos casos se necesitan pruebas complementarias y una visión multidisciplinar.
Por ejemplo, esta prueba no sirve para estudiar una infección cervical por virus del papiloma humano, excepto si esta infección desencadena un tumor de cuello uterino.
Por otro lado, a pesar de que hay tumores de ovario o útero que tienen una imagen ecográfica muy típica, el diagnóstico final lo hacen los patólogos a través de una muestra obtenida por biopsia.
Para evaluar la esterilidad, con la ecografía solo se puede valorar la anatomía del ovario y hacer un cálculo indirecto de la reserva ovárica, pero no se puede saber la calidad de los óvulos. Tampoco es útil para ver si las trompas de Falopio son permeables puesto que, en condiciones normales, no se suelen ver por ecografía sin utilizar un contraste específico.
AUTORA DE LA NOTICIA:
Dra. Cristina Ros, ginecóloga del Servicio de Ginecología del Instituto Clínico de Ginecología, Obstetricia y Neonatología, hospital Clínic Barcelona