Broncoprovocación con metacolina

La metacolina cuando se inhala produce un estrechamiento de las vías respiratorias, por lo que permite evaluar si el paciente pierde parcialmente el calibre bronquial. Este fenómeno de pérdida del calibre bronquial, también llamado broncoconstricción, se evalúa mediante espirometría.

Se realiza una espirometría inicial para conocer los valores de función pulmonar basales. La prueba consiste en inhalar un fármaco (metacolina) a diferentes concentraciones. Se inicia con una dosis baja de metacolina y se realiza una espirometría para verificar el grado de obstrucción bronquial. Si el bronquio no se obstruye de manera significativa (disminución del volumen espirado de al menos 20% respecto a la inicial) se aumenta la concentración del fármaco de forma progresiva hasta finalizar la batería de dosis protocolizada. Si al finalizar  la prueba no se detectan disminuciones significativas de los volúmenes pulmonares, se considera que la prueba es negativa. Por el contrario, si en alguna de las dosis de metacolina el paciente presenta una disminución significativa del volumen espirado (broncoconstricción) la prueba concluye y se considera que es positiva. Una vez finalizada la prueba se administra salbutamol inhalado para revertir la broncoconstricción inducida por el estudio. 

Para realizar la prueba el paciente no debe administrarse el tratamiento con inhaladores porque incidiría en el efecto de la metacolina.  

La prueba la realiza personal de enfermería, técnicos o fisioterapeutas familiarizados con la prueba y formados previamente.

El neumólogo se encarga de los resultados de la prueba y de realizar el informe correspondiente.

Se puede tener tos y sensación muy leve de falta de aire. Durante la prueba se está acompañado durante todo el proceso por el personal sanitario.