La metodología Lean se centra en la eliminación sistemática de los desperdicios que existen dentro de un proceso (sea asistencial o no).Es desperdicio todo aquello que, desde la perspectiva del paciente, no aporta valor.
Esta “depuración” de los procesos” hace que se incremente el tiempo que el profesional dedica a efectuar acciones de valor añadido, con el consiguiente aumento de la calidad, la eficiencia, la efectividad y la satisfacción de pacientes y profesionales.